A pesar de ser un buen ritmo de crecimiento, su tendencia muestra un debilitamiento, toda vez que en todo el año 2023 el sector acumuló un crecimiento de 20.8% en materia de inversión.
Durante marzo, la inversión en construcción avanzó 1.3% respecto a febrero (cifras desestacionalizadas), apoyada por el repunte de 2.0% en la inversión no residencial y de 1.0% en la residencial. El repunte mensual fue positivo considerando que en los dos meses previos se reportaron contracciones.
Analistas de Monex opinan que se mantiene un desempeño resiliente en la inversión respecto al registrado el año pasado. Prevén que “el gasto en construcción refleje un mayor dinamismo hasta el cierre de año, principalmente el rubro no residencial, considerando el cierre de sexenio”.
Siguiendo ese mismo tono, analistas de Banco Base consideran que “tras la victoria del partido Morena en las elecciones del pasado domingo, con la cual mantendrán la Presidencia de la República y un mayor poder en el Congreso, es probable que se dé un impacto negativo en la inversión de origen privado, ante una mayor percepción de riesgo en la economía mexicana. Además, la SHCP se comprometió a disminuir el déficit presupuestario a partir del 2025, lo que reduce el espacio fiscal para el gasto en nuevas obras de infraestructura”.