La Cámara Nacional de la Industria del Hierro y del Acero (Canacero) manifestó su rechazo ante la imposición de aranceles por parte de la administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sobre las importaciones de acero y aluminio provenientes de México.
Canacero expresó su descontento con la decisión unilateral de Estados Unidos, calificando la medida de 25% sobre el acero mexicano como un acto injustificado.
Argumentó que dicha medida afectará gravemente a la industria del acero en México, además de poner en riesgo la competitividad y la integración de la cadena metalmecánica en América del Norte.
“El balance comercial del acero entre ambos países refleja un superávit de 2.3 millones de toneladas a favor de Estados Unidos al cierre de 2024, por lo que no existe justificación alguna para la imposición de aranceles al acero mexicano”, subrayó Canacero en su comunicado.
Reiteró el fideicomiso que el sector siderúrgico mexicano apoya completamente los esfuerzos del gobierno mexicano para evitar que los aranceles entren en vigor el 12 de marzo de 2025.
“Ante esta decisión unilateral, Canacero exhorta al gobierno mexicano a tomar medidas urgentes de defensa comercial para proteger a la industria nacional”, señaló el organismo.
En términos económicos, Canacero destacó que los aranceles propuestos por Estados Unidos amenazan alrededor del 75% de las exportaciones de acero mexicano, lo que representa una pérdida potencial de 2 mil 100 millones de dólares.
Indicaron que no solo afectaría la rentabilidad de la industria, sino que también pondría en peligro empleos directos e indirectos vinculados al sector.
Marcelo Ebrard, secretario de Economía de México, se unió a la postura de Canacero, indicando que los aranceles no tienen justificación, dado que México presenta un déficit en acero y aluminio con respecto a Estados Unidos.
Y el funcionario explicó que estas medidas afectan de manera injusta a un país que no es competitivo en estos sectores frente a los intereses de Estados Unidos.
Por último, el organismo enfatizó que, ante la creciente amenaza del exceso de capacidad de producción en mercados como China y el sudeste asiático, es crucial priorizar la integración productiva de América del Norte y el beneficio económico regional.