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La nueva política ferroviaria del gobierno de Claudia Sheinbaum marca un punto de inflexión en el desarrollo de infraestructura en México, al priorizar proyectos de trenes de pasajeros que aprovechan el derecho de vía existente, donde los proyectos que inician este año beneficiarán a más de 10 millones de personas y generarán alrededor de 510 mil empleos, al tiempo que impulsarán la conectividad regional.

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Con una visión integral que prioriza la eficiencia, la equidad territorial y el aprovechamiento de la infraestructura existente, el Gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum ha puesto en marcha una ambiciosa política ferroviaria que marcará la pauta del desarrollo nacional en los próximos seis años.

Así lo dio a conocer la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) durante el foro “Diálogo con Ingenieros”, organizado por el Colegio de Ingenieros Civiles de México (CICM).

 

 

Contempla el Programa General de Nuevos Trenes de Pasajeros, presentado por Adriana Cardona Acosta, directora general de Planeación de Proyectos Ferroviarios de la SICT, más de 3 mil kilómetros de nuevas rutas ferroviarias en cuatro paquetes progresivos.

 

El enfoque principal es reutilizar el derecho de vía ya existente, con lo que se logra reducir costos, mitigar impactos ambientales y acelerar la ejecución de las obras.

Proyectos que inician en 2025

Para este año, comenzarán las obras de cuatro rutas clave:

  • AIFA–Pachuca (en construcción)
  • México–Querétaro (arranca este mes)
  • Querétaro–Irapuato
  • Saltillo–Nuevo Laredo

 

Beneficiarán estas rutas directamente a más de 10.7 millones de personas y generarán 510 mil empleos en su fase de construcción, según estimaciones de la Agencia Reguladora del Transporte Ferroviario.

 

Entre los impactos más destacados están:

  • AIFA–Pachuca: 800 mil personas beneficiadas y 40 mil empleos.
  • México–Querétaro: 1.5 millones de habitantes impactados y 160 mil empleos.
  • Querétaro–Irapuato: 1.75 millones de personas y 80 mil empleos.
  • Saltillo–Nuevo Laredo: El tramo con mayor alcance, con 6.7 millones de habitantes beneficiados y 230 mil empleos directos.

 

 

Beneficios económicos y sociales

 

Más allá de la infraestructura, los proyectos ferroviarios se han planteado como palanca de desarrollo económico y social. De acuerdo con Cardona Acosta, las ventajas del tren de pasajeros son amplias: Desde la derrama económica local durante la construcción, hasta la mejora en la conectividad, la reducción del congestionamiento vehicular, la disminución de emisiones contaminantes y una mayor seguridad y confort en los traslados.

 

"Estamos ante una oportunidad histórica de construir un sistema ferroviario moderno, asequible y eficiente", destacó por su parte Mauricio Jessurun, presidente del CICM. “No solo se trata de unir territorios, sino de generar igualdad de oportunidades y mejorar la calidad de vida de millones de mexicanos.”

Planeación estratégica y visión de largo plazo

Responde el plan a la reforma al artículo 28 constitucional, que otorga prioridad al transporte ferroviario de pasajeros sin desplazar al de carga. Con ello, se busca un modelo de convivencia funcional que optimice el uso del territorio nacional.

La estrategia contempla avanzar en función de la demanda proyectada, considerando estudios técnicos, ambientales y sociales, así como la participación de las comunidades mediante asambleas informativas. Además, se prevé la inclusión de paraderos intermedios para fortalecer la conectividad regional.

Este nuevo impulso ferroviario forma parte de una política de infraestructura sexenal que articula sostenibilidad, movilidad eficiente y desarrollo económico regional, consolidando al tren de pasajeros como un eje estructural del México del futuro.