La participación del sector privado ha sido determinante para acelerar el desarrollo del Corredor Interoceánico, una plataforma logística clave para México en el contexto del nearshoring y la relocalización de cadenas productivas.
Uno de los principales actores es la firma mexicana ABCD Arquitectura. Junto con Propharmax y Transportadora Comexsa obtuvo la concesión del polo de Texistepec, en Veracruz, dentro del primer paquete licitado. Además, participó en la segunda ronda de licitaciones con propuestas para los polos de Santa María Mixtequilla y Matías Romero, ambos en Oaxaca.
Pero independientemente de su participación en diversos Podebis, ha contribuido intensamente en el desarrollo del Ferrocarril del Istmo de Tehuantepec (FIT), con obras importantes como el centro ferroviario Matías Romero y muchas otras estaciones del mismo.
Por otra parte, está Mota‑Engil México, que encabeza un consorcio donde participan Grupo Carso, ICA y Grupo Indi. Este consorcio resultó adjudicatario de tres de los cinco primeros Podebis (Coatzacoalcos I, Coatzacoalcos II y Salina Cruz), además de tener participación en obras ferroviarias y en terminales portuarias.
El mismo grupo, a través de su experiencia conjunta, está involucrado en la rehabilitación de la línea FA del ferrocarril transístmico, que conecta Coatzacoalcos, Veracruz, con Salina Cruz, Oaxaca. Estas obras incluyen trabajos de modernización en vías, puentes, estaciones y sistemas logísticos.
Nuevo jugador
Uno de los jugadores que recientemente se incorporó a los proyectos CIIT fue la empresa Arzyz, quien participó y ganó la subasta del Podebi Asunción Ixtaltepec.
Participaciones que no se concretaron
Cabe destacar que el grupo Constructor Urcedic había sido anunciado inicialmente como ganador del polo de San Juan Evangelista, sin embargo, no concretó su participación, por lo que la Secretaría de Marina declaró desierto el proceso y relanzó la licitación.
El avance del CIIT contempla inversión pública, pero también inversiones privadas y asociaciones público‑privadas en proyectos complementarios como carreteras, gasoductos, fibra óptica y zonas logísticas. Aunque algunas de estas obras están a cargo de dependencias gubernamentales, en varios casos se han contratado servicios o concesiones a firmas del sector privado con experiencia en infraestructura.