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La intención es convertirse en el principal polo minero neutral en carbono del mundo, aprovechando el llamado combustible del futuro.

Con ello, se abriría la oportunidad de que las aerolíneas mexicanas se beneficien de la temporada vacacional de invierno.

Los recursos se destinarán a la inversión en proyectos con perspectiva de género, como infraestructura básica asequible y movilidad para apoyo a mujeres.

Si se permite que aerolíneas extranjeras realicen vuelos domésticos, se provocaría la nueva crisis del sector aéreo ya de por sí vulnerable.

Cada vez hay más normativas y regulaciones que exigen a las empresas de tecnología impulsar medidas e infraestructura más sustentable.