Sin embargo, los costos de esta independencia -según diversos sitios de Internet- implica desembolsar un gasto de renta mensual de entre 5,000 hasta 20,000 pesos, según la zona deseada. A este gasto hay que sumar diversos servicios como luz, Internet y agua, además de contemplar comidas, transporte, despensa, algunos muebles y electrodomésticos, por mencionar algunos de los básicos más elementales.
Adolfo Zavala, CEO y Co-fundador de Expansive, subraya que “el estudio más reciente de Lamudi sobre el mercado inmobiliario señala que los millennials utilizan con mayor frecuencia los motores de búsqueda en la web con objetivo de encontrar nuevas ofertas y precios de departamentos en renta. Por esta razón, el nuevo concepto de coliving es una opción ideal para ellos conforme a su estilo de vida y representa una gran oportunidad de negocio para los inversionistas del sector inmobiliario”.
Ante esta necesidad, urge la implementación de espacios coliving más complejos en los que cada huésped posee su propia habitación y el resto de espacios se comparte con más personas: cocina, sala de estar, área de trabajo, área de lavado, terraza, entre otras amenidades.
Su objetivo primordial es fomentar la comunidad entre huéspedes, pues las áreas compartidas suelen ser el punto perfecto para integrarse y crecer de una forma intelectual, profesional y personal. El coliving busca ofrecer a sus habitantes un ambiente moderno y funcional a un costo más reducido comparado a otras opciones de vivienda en el mercado, ya que la idea es que los servicios mencionados estén incluidos en la renta, dejando como única preocupación a los interesados llegar y alojarse.
“De acuerdo a un sondeo hecho por Retna, hay más de 1,600,000 profesionales en la Ciudad de México que actualmente viven en casa de alguien más debido a que no tienen la solvencia para independizarse”, abunda Zavala.
Ante esta necesidad, han surgido propuestas como Weave, que es una oportunidad de negocio en bienes raíces que ofrece a inversionistas una oportunidad para iniciar en el negocio de bienes raíces sin desembolsar grandes cantidades. En este esquema, el inversionista participa como copropietario al adquirir un porcentaje del desarrollo y en un futuro, vivir de las rentas de estos espacios.
Las estimaciones de la firma indican que al inicio los ingresos de los inversionistas por las rentas mensuales alcanzarán 6% del monto de inversión, y para el séptimo año llegarán a 10%. Lo anterior no incluye la plusvalía que tendrá el mismo inmueble por mejoras y flujos de rentas y eso sin contar la apreciación propia del activo.