Los tres meses de cuarentena por el COVID-19 han dejado sin oxígeno a muchos negocios en Perú, situación que provoca el rompimiento de la cadena de pagos y la imposibilidad de desarrollar determinadas actividades económicas durante la emergencia sanitaria, por lo que el conflicto en los arrendamientos se ha acentuado, y en el sector comercio, la morosidad está por encima del 30 por ciento.
Daniel Linares, director del Programa Arbitraje Postpago, explicó que en el sector retail, sobre todo en centros comerciales, muchos retailers están en una negociación con los dueños de malls para reducir sus tarifas a un monto más acorde con la realidad o para dejar de operar, porque ya no pueden sobrevivir. “Recordemos que una sola marca puede tener locales hasta en diez malls diferentes, por lo que manejar una operación así y en las condiciones actuales es complicado".
Añadió que la mala situación depende mucho del giro, pues si es un restaurante, quizá haya más opción de salir adelante, pero si es una tienda de ropa o de lujo, será más complicado. "En el sector comercio, los conflictos, especialmente en temas de arrendamiento, llegan al 70% y 80 por ciento”, indicó el especialista. Asimismo, dijo que los negocios en avenidas de alto tránsito han sido totalmente castigados, pues si no han vendido nada, lo probable es que tampoco hayan cumplido con pagar alquileres.
Y aunque no hay un reporte oficial, Linares señaló que la morosidad de pago de renta en el giro comercial es altísima, por encima del 30%. Así, sostuvo que si los propietarios tienen un buen inquilino, lo razonable es que lo protejan y que le permitan continuar con el negocio. En este sentido, mencionó que la flexibilidad ha ido cambiando, que al comienzo probablemente el acreedor era más duro, pero conforme la cuarentena se fue alargando, se lograron acuerdos.
El especialista precisó que los empresarios pueden hacer valer sus derechos por la vía arbitral sin tener que asumir los costos durante el proceso. Ya que programas como Arbitraje Postpago financian los costos que implica resolver un conflicto como honorarios de los árbitros, peritos y abogados que intervienen en el proceso, así como los costos del centro de arbitraje.
Cabe destacar que el sector comercio no es el único golpeado en Perú, las agencias de viaje, cadenas y marcas hoteleras también. Estas últimas, además de pagar rentas tienen que correr con el costo de mantenimiento que muy es importante dentro de las operaciones.
/Con información de El Comercio./