Hacerse de un patrimonio familiar requiere de mucho esfuerzo, trabajo y a veces de sacrificios, por lo que una vez que se tiene un bien inmueble, es importante conservarlo en buenas condiciones.

Para que no pierda plusvalía, adicional al mantenimiento regular, existen otros elementos poco visibles que pueden dañar la propiedad a largo plazo, incluso generar un deterioro mayor y la necesidad de realizar reparaciones que no se tenían contempladas.

Si te preocupa conservar el inmueble en buen estado, así como el valor de la propiedad, es importante conocer los factores que pueden perjudicar su plusvalía. Por eso, Castia te comparte una guía con los aspectos más importantes y que no se ven a simple vista, pero que están deteriorando tu hogar.

Toma nota y reduce las posibilidades de un problema mayor:

• Plagas. El riesgo de plagas en tu vivienda no se elimina con una rutina de limpieza periódica, sobre todo en espacios que cuentan con jardín o terraza. Pero solucionarlo es posible con acciones simples, por ejemplo, recolecta la basura (incluyendo restos de comida y si tienes mascotas mantener su lugar limpio), evita que el agua se estanque y sanitiza de manera frecuente. Algunas plantas o productos naturales como el vinagre pueden ahuyentar a mosquitos y hormigas.

Recuerda que diversos fenómenos naturales pueden provocar grietas en las paredes o pequeños agujeros donde insectos y hongos pueden habitar, ¡no olvides hacer una revisión constante! También puedes colocar botaguas en las puertas para limitar la entrada de roedores y otros insectos que contribuyan al deterioro de tu hogar.

3 factores a tomar en cuenta al vender un inmueble

Además de que las plagas afectan tu propiedad y le quitan valor, su presencia también puede ocasionar pérdidas monetarias si dañan tus muebles o, peor aún, cuando representan un riesgo para la salud de toda la familia. Por lo que si no puedes controlar el problema, una empresa especializada podrá realizar un diagnóstico y hacer la fumigación adecuada.

• Humedad. En México, el mayor problema estructural que se presenta en las viviendas es la humedad o filtraciones de agua con 44.2%, seguido de grietas y cuarteaduras con 40.8%, según la Encuesta Nacional de Vivienda (ENVI, 2020), realizada por el INEGI.

Su presencia puede derivar en dificultades graves en la construcción, desde la oxidación de las vigas de acero o el deterioro de la pintura, hasta la pérdida de solidez en los muros que, con el paso de los años, podría causar desprendimientos de fachadas, paredes y techos.

Existen diferentes tipos de humedad: por filtración es la que viene del exterior y llega al hogar por falta o mala calidad de la impermeabilización en azoteas y terrazas; por capilaridad, se refiere a la absorción de la humedad del suelo, por lo regular inicia en la parte baja de las paredes; y por condensación como consecuencia de la humedad en exceso que se produce al interior de la casa. Todas requieren atención inmediata, pues a la larga causarán grandes males en el inmueble y su depreciación.

• Socavón. Por extraño que parezca, este problema puede afectar el suelo de tu casa. Ocurre cuando se hunde la superficie del terreno porque el soporte debajo de ella colapsa, y sucede con mayor frecuencia cuando el agua que se filtra en el piso va deslavando las capas inferiores y al final ceden ante el peso superior.

Las lluvias e inundaciones incrementan la aparición de socavones. Se van formando poco a poco, por eso hay que observar bien el piso, y si detectas grietas o hundimientos pide apoyo a Protección Civil para que revisen el lugar.

• Problemas con las tuberías y drenaje. Ya sea por bloqueo, fuga o desgaste de las tuberías, no prestar atención a este problema puede salir muy caro si estás considerando vender tu casa, ya que el comprador podría desistir de la adquisición o negociar un menor costo.

A veces la solución puede ser muy sencilla, como retirar cualquier obstrucción (objetos o materiales sólidos), limpiar a profundidad (residuos, grasa, moho), o en situaciones más complejas, reemplazar la tubería o parte de ella.

• Grietas. La seguridad estructural es fundamental para comprar o vender una propiedad, existen algunos datos que pueden orientarte sobre el peligro que representan.

Por ejemplo, las grietas diagonales en relación con el piso son muy riesgosas, de igual manera las que van de la esquina al centro son fallas importantes; si se aprecian en más del 20% de los muros deben ser revisadas, así lo señala la Mesa Directiva de la Sociedad Mexicana de Ingeniería Sísmica.

Ante cualquier duda, lo más recomendable es acudir con los expertos, sobre todo después de un sismo, para cerciorarte de que no representa un daño grave.

• Instalación eléctrica. Sus averías pueden deberse a diversos factores, los más comunes son los sistemas en mal estado por antigüedad, por sobrecargar las líneas de electricidad con aparatos domésticos, conectar aparatos que requieren una corriente específica con alto voltaje; incluso por fallas humanas, con instalaciones deficientes por ahorro o desconocimiento; y fenómenos meteorológicos causantes de corto circuito o incendios.

Se recomienda revisar constantemente las conexiones, evitar tener los contactos al alcance de niños y mascotas, y asegurarse de contar con interruptores o fusibles para cortar la corriente eléctrica en caso de cualquier incidente. En caso de tener una red externa a los muros y techos, debe estar protegida con tubo de acero, flexible y aislante.

Mejora la apariencia de tu casa para aumentar su valor

Para que tu vivienda esté en buen estado, es importante darle mantenimiento por ciertos periodos de tiempo y así darle mayor plusvalía, además de que evitarás que se desgaste la propiedad en caso de que decidas venderla.

“También, para comprar un inmueble es necesario que revises a detalle la propiedad nueva para evitar sorpresas, con nuestros clientes siempre verificamos que todos los servicios estén en buen estado para que tengan una vivienda confortable”, comentó Nicolás Peñaranda, COO y cofounder de la empresa de tecnología inmobiliaria y financiera.