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Con los siguientes consejos, podrás planear bien tu meta de mudarte, en vez de hacerlo por impulso y que después tengas que regresar.

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En México, en el 21% de los hogares (o sea 7.6 millones, aproximadamente) alguno de sus integrantes necesita o está planeando rentar, comprar o construir una vivienda y en 3.1 millones de viviendas se reportaron dificultades económicas para solventar los pagos relacionados con la hipoteca o el alquiler debido al impacto de la pandemia, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Vivienda (ENVI) 2020.

“Para muchas personas, el primer paso hacia la libertad radica en mudarse de la casa de sus padres. Decidir por cuenta propia y no tener que rendir cuentas es tentador, pero no es un paso fácil de dar. Hay que prepararse lo mejor posible en todos los sentidos: financiero, logístico e incluso emocional, todo eso es crucial para decidir si ha llegado la hora de dejar el nido y rentar tu propio espacio”, expresó Diego Llano, CFO de Morada Uno.

 

 

Estos son los aspectos que hay que considerar para poder celebrar tu independencia y no fallar en el intento:

 

  1. Lo primero es determinar tus motivos y prioridades.

Antes de tomar cualquier decisión, tienes que ser honesto contigo y saber exactamente qué es lo que buscas, cuáles son los motivos por los que buscas independizarte y lo que vas a priorizar en tu nueva casa: la proximidad al trabajo, tener más espacio, tener una mascota. Visualiza cómo quieres vivir en tu departamento los próximos años y, con base en eso, empieza tu búsqueda de opciones.

 

  1. Analiza tus gastos y tus ingresos.

Debes de saber, antes de asumir cualquier responsabilidad, cómo gastas, cuáles son tus hábitos de ahorro y, en general, si has desarrollado la habilidad de manejar el dinero de forma responsable para que tu independencia no te genere problemas financieros o deudas innecesarias.

 

Considera en este ejercicio los ingresos que tendrás durante los próximos 12 meses y qué tan seguro es que los sigas teniendo; si existe riesgo de dejar de tener ingresos, deberás tener otras alternativas para poder cubrir todas tus obligaciones.

 

  1. Hacer y seguir un presupuesto es vital.

Establecer un presupuesto es crucial, vivir por tu cuenta implica que tendrás que pagar servicios que quizá no tenías previstos además del alquiler, como la electricidad, el agua, el gas, el teléfono, el internet, el mantenimiento, etcétera. Al vivir solo, dependes únicamente de ti para resolver la mayoría de las cosas que sucedan. Toma en cuenta que tus gastos fijos de alquiler y servicios no deberán ser mayores al 40% de tus ingresos.

 

  1. Compara precios.

Lo mejor es que en el mercado hay una oferta muy amplia, con una variedad de precios. Tu búsqueda dependerá de tus prioridades, hay zonas que son más asequibles, pero menos céntricas. La ventaja es que hoy puedes comparar precios e inmuebles en las colonias de tu interés y desde la palma de tu mano a través de un dispositivo móvil. Seguro encuentras el espacio que necesitas con el presupuesto que tienes.

 

No descartes hacer un buen recorrido a pie por los departamentos de interés, así experimentarás la colonia de primera mano. Programa un recorrido a distintas horas del día y de la semana, presta atención al tráfico, las horas pico, los locales, revisa si te sientes seguro y cómodo.

 

  1. Prepárate para los gastos iniciales.

Recuerda tener el dinero para cubrir el depósito de renta, que es el equivalente a un mes de alquiler, y no olvides que tendrás que pagar el primer mes de renta por adelantado para subsecuentemente pagar cada mes. También considera los gastos de mudanza, la compra de muebles y electrodomésticos de primera necesidad. La cama, un refrigerador, una licuadora, una plancha.

 

No tienes que adquirirlos todos al mismo tiempo, ve poco a poco, incluso puedes utilizar crédito de forma responsable para aprovechar los meses sin intereses o la bonificación al comprar con alguna tarjeta departamental. La condición es que hagas una planeación de esos gastos y pagos para no pagar intereses moratorios.

 

  1. Considera tener un roomie.

Si quieres vivir en una zona céntrica, pero el costo de la renta es muy elevado, considera la posibilidad de compartir la vivienda con una persona con la que puedas dividir gastos. Lo ideal es que sea alguien de tu confianza, también es bueno que te asegures de que tendrá la capacidad de pago y que hará un buen uso del inmueble para evitar problemas futuros.

 

  1. Reúne los requisitos para la renta.

Necesitarás comprobante de ingresos de los últimos tres meses, así como una garantía, que puede ser un aval, pero si no lo tienes, hoy existen otras soluciones que te ayudan a rentar si es que no consigues a alguien que posea un inmueble y que pueda respaldarte como inquilino.

 

 

  1. Busca la asesoría de un profesional.

Para asegurar que tendrás las mejores condiciones de arrendamiento, que pagarás el mejor precio y que vas a lograr una buena relación, acércate a asesores inmobiliarios que sean profesionales y que utilicen servicios de arrendamiento de prestigio y calidad.