En un contexto económico que exige medidas firmes y sostenidas para impulsar el crecimiento de México, la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) presentó su propuesta “Aceleración Económica: Propuestas de Política Expansionista para el Bienestar desde el Sector Construcción”.
Méndez Jaled, subrayó que la inversión en infraestructura ha sido históricamente una fórmula comprobada para salir de crisis y consolidar crecimiento, como lo demuestran ejemplos emblemáticos: El “New Deal” en Estados Unidos (1959), la reconstrucción surcoreana tras la guerra (1950-1953) y el milagro económico de Singapur (1965). En todos los casos, la construcción masiva fue el punto de partida.
La construcción como termómetro económico
En la presentación del documento “Aceleración Económica: Propuestas de Política Expansionista para el Bienestar desde el Sector Construcción”, Méndez Jaled, comentó que más allá de su peso específico (6.9% del PIB y más de 4.6 millones de empleos en 2025), la construcción es un indicador adelantado del ciclo económico, pues sus variaciones preceden a las fases de expansión o contracción del PIB. Es un sector altamente sensible a la confianza empresarial y a la inversión, por lo que su dinamismo suele anticipar repuntes productivos más amplios. “Antes de producir, primero se construye”, enfatiza el documento.
Pese a que el crecimiento económico durante el primer semestre de 2025 fue de apenas 0.9%, la CMIC identifica signos positivos de recuperación. Sin embargo, alerta que las variables de la economía real –como la actividad industrial, las ventas minoristas y la ocupación formal– aún presentan debilidad.
Se propone en el documento convertir el Plan México, presentado en enero de 2025, en una verdadera política expansionista, capaz de movilizar inversión pública y privada de manera inmediata. Este plan establece metas ambiciosas: Elevar la inversión al 25% del PIB (y hasta 28% en 2030), garantizar que el 50% del consumo sea “Hecho en México”, reducir los tiempos de concreción de inversiones a un año, y capacitar a 150,000 técnicos y profesionistas anualmente.
Propuestas concretas: Una agenda para construir
La CMIC articula sus propuestas en cinco ejes principales:
- Fortalecimiento de la cadena de valor, mediante reglas claras de contratación con contenido nacional obligatorio, financiamiento productivo y desarrollo regional.
- Creación del Instituto de Planeación de la Construcción, un organismo autónomo que garantice la continuidad y viabilidad de los proyectos públicos.
- Impulso al financiamiento comercial, con incentivos regulatorios y fiscales que dupliquen el crédito para vivienda y obra pública hacia 2030.
- Ejecución de anteproyectos listos, que representan más de 1.3 billones de pesos en inversión potencial inmediata.
- Políticas públicas expansivas, que incluyan estímulos fiscales, capacitación, apoyo a MiPymes y marcos normativos para promover la inversión.
Como colofón, la CMIC plantea la creación de un Fondo para la Construcción (FC-2026), que permita reactivar obras listas para ejecutarse con alta capacidad de absorción de mano de obra.