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Los rociadores de agua por pulverización podrían ser el atenuador de las conflagraciones.

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Los incendios en las edificaciones residenciales, industriales u hoteleras ponen en peligro las vidas de las personas, además de producir pérdidas millonarias que superan los daños provocados por sismos y huracanes.

En el caso de las conflagraciones en áreas urbanas (residencial), la pérdida total llega a ser del 100%, como consecuencia del incendio y la gran cantidad de agua empleada en su extinción, siendo una de las causas principales del fuego los cortos eléctricos.

La tecnología de los rociadores de agua instalados en las edificaciones han contribuido a reducir el riesgo, sin embargo, su evolución no ha sido constante (los primeros rociadores instalados datan de 1812).

 

Cada 8 de octubre se conmemora en México el Día Nacional de Protección contra Incendios, apoyados por el Consejo Nacional de Protección Contra Incendios (CONAPCI) y la Asociación Mexicana de Rociadores Automáticos Contra Incendios (AMRACI).

 

Incluso, el accionar de los aspersores, ya sea accidental o producido por el fuego, produce más daños a las instalaciones que protegen por los litros de agua rociada, que el incendio per se, además de ser considerados contaminantes –los aspersores–, por la cantidad de líquido vertido en el sitio donde están instalados.

En la actualidad, la tecnología ha llegado a los aspersores a través de la pulverización del agua, lograda a través de la alta presión, que crea una “nube” que desplaza el oxígeno, controlando la conflagración, además de disminuir la temperatura del lugar del siniestro, permitiendo el ingreso del personal para controlarlo, expuso Carlos Morett, presidente del consejo de administración de Alliance Specialized Systems.

 

 

Expansión del agua

Otro beneficio de los aspersores de última generación es la reducción del consumo de agua, al expandir una gota de agua mil 700 veces, la cual es llevada a través de una tubería de cinco centímetros de acero inoxidable, contra los 25 centímetros de los tubos de acero de los equipos originales, los cuales en ocasiones presentan problemas de corrosión que afectan a los objetos y áreas donde cae el agua por el óxido vertido sobre ellos.

En conferencia de prensa durante la presentación de Marioff Hi-FOGEn, sobre el caso de los Data Centers, señaló que en los últimos años han aumentado en número por los requerimientos de los usuarios y necesidades de las empresas financieras, bancarias, comerciales, entre otras, en algunos casos se utilizaban gases clorofluorocarbonados en los rociadores –que dañan la capa de ozono del planeta–, para controlar los incendios y así evitar el daño a los equipos electrónicos.

 

Con los aspersores con tecnología de nebulización, los daños se minimizan al recibir una mínima cantidad de agua durante un siniestro.

 

 

Mínima presencia en Latinoamérica

Se calcula que alrededor del planeta se instalan anualmente 250 millones de rociadores certificados de agua, a cambio de 100 millones de rociadores de baja calidad, no certificados. De ese gran total de 350 millones de rociadores, apenas dos y medio millones son colocados en Latinoamérica.

En México, actualmente se busca crear una reglamentación de prevención de igniciones, que incluya la instalación de rociadores, detectores de humo y el uso de materiales retardantes del fuego en las edificaciones.