Diversos estudios confirman la necesidad de contar con espacios de trabajo corporativo, pero con una naturaleza más flexible. En las grandes ciudades, sigue teniendo un rol significativo la necesidad de contar con lugares donde se fomente la colaboración y la identidad corporativa. Por lo que la evolución del mercado sigue en marcha.
Señaló que en la Ciudad de México (CDMX) el espacio libre para ocupación continuó reduciéndose. La tasa de disponibilidad general para edificios clase A se ubicó en 22.2% al cierre del 1T23, una disminución de 10 puntos base respecto al 4T22. Esto refleja la caída en las tasas de disponibilidad de la mayoría de los submercados.
Después de más de dos años con desequilibrio favorable a los inquilinos, al inicio de 2023 la demanda por espacios de oficinas clase A continuó superando al crecimiento de la oferta e hizo que se redujera el espacio disponible.
En la mayoría de los submercados de la CDMX, la demanda neta sostuvo números positivos en el 1T23; el reporte destacó el caso del submercado Santa Fe, que luego de casi tres años de caídas, registró una significativa absorción de oficinas, que sumó 17,300 metros cuadrados (2) en el 1T23. Para el total de la ciudad, la absorción fue de 43,876 m2 en edificios clase A.
Para los edificios clase A, el ajuste ha sido de 1.0% respecto a los precios registrados al cierre de 2022 y cotizan en promedio en los 23.07 dólares por m2 al mes. Mientras que en los submercados que se ubican en el área central de la CDMX mostraron incrementos moderados, respecto al nivel que tenían el año anterior. En contraste, los submercados más alejados del área central han presentado un rebote más significativo.
“Observar que el mercado de oficinas de la ciudad nuevamente cuenta con demanda neta positiva es alentador, después de dos años consecutivos de contracción. Sin embargo, se encuentra aún muy lejos de los niveles que presentaba antes de 2019 y siguen existiendo numerosas oportunidades para las empresas que busquen realinear su estrategia inmobiliaria”, puntualizó el estudio.
Con lo que respecta a la oferta, al inicio de la pandemia por Covid-19 se dio una ralentización en la actividad constructiva. Los propietarios y desarrolladores han seguido puntualmente los cambios en el comportamiento de la demanda y han tomado medidas para ajustar la oferta de espacios corporativos.
De esa manera, el inventario en desarrollo ha experimentado una disminución significativa en su volumen. Al cierre del primer trimestre del 2023 los trabajos activos de construcción sumaron 434,381 m2.