Diferentes fabricantes chinos de autopartes están instalándose en Nuevo León para abastecer la gigafactory de Tesla en la entidad, que producirá automóviles eléctricos de nueva generación, accesibles y que exportará a todo el mundo.
Estas plantas en el Norte de México son una respuesta a los aranceles que el entonces presidente Donald Trump impuso a China, y que han hecho sonar las alarmas en Estados Unidos, justo cuando el país está por llevar a cabo nuevas elecciones.
De acuerdo con una nota de fortune.com, Elon Musk invitó a proveedores chinos a México para replicar la cadena de suministro local en la planta de Tesla en Shanghái. Cabe mencionar que la planta de Austin compra piezas chinas fabricadas en México.
El valor de las autopartes chinas fabricadas en México y exportadas a Estados Unidos alcanzó los 1,100 millones de dólares en 2023, 15% más que en 2022, según datos preliminares de la Industria Nacional de Autopartes (INA).
Las cifras de la INA citadas por la revista refieren también que el año pasado había 33 fabricantes chinos de autopartes registrados en México, 18 de los cuales exportaban a Estados Unidos.
Expertos mencionaron que tiene sentido que Tesla y otros fabricantes de automóviles quieran aprovechar la cadena de suministro altamente organizada y eficiente de China, y que no perderán la oportunidad de incluirla como parte de su propuesta de valor.
La guerra comercial que Trump inició en 2018 ayudó a estimular la inversión china en países como México. Para 2023, las empresas industriales chinas utilizaban 9.31 millones de pies cuadrados de espacio de parques industriales mexicanos, frente a los 1,28 millones en 2019.
En noviembre, miembros del comité selecto de la Cámara de Representantes sobre el Partido Comunista Chino escribieron a la embajadora de la Representante Comercial de Estados Unidos, Katherine Tai, pidiéndole que tomara medidas contra los fabricantes chinos “que se preparan para inundar los Estados Unidos y los mercados globales con automóviles, en particular vehículos eléctricos” apuntalados por “subsidios masivos” y que no se darían si incluyeran en sus componentes materiales chinos.
Desde la Asociación de Fabricantes de Piezas Automotrices de Canadá advirtieron que los proveedores chinos respaldados por el Estado en México podrían desplazar las inversiones impulsadas por el mercado de las empresas norteamericanas.