En las últimas décadas, en diversas regiones de México se ha consolidado una infraestructura considerable de parques industriales, los cuales representan una oportunidad potencial para el nearshoring. Estos parques cuentan con instalaciones de vanguardia, servicios de alto nivel y una ubicación estratégica que resulta atractiva para empresas extranjeras que buscan establecer operaciones cercanas a sus mercados objetivo.
Como lo indica el estudio Nearshoring en México, estrategias de eficiencia y rentabilidad de KPMG México, algunos de los principales parques industriales están ubicados en ciudades como Tijuana, Ciudad Juárez y las zonas conurbadas de Guadalajara, Monterrey, Querétaro y la Ciudad de México, entre otras. El estudio resalta las ventajas logísticas que ofrecen, como la cercanía con Estados Unidos y una sólida base de proveedores y talento local.
No obstante que hay una variedad de parques industriales, seleccionar el más adecuado depende de las necesidades y preferencias específicas de cada empresa. Factores como la ubicación, la infraestructura disponible, los costos operativos, los incentivos gubernamentales y el acceso al talento local son consideraciones fundamentales en este proceso de selección.
Por lo que las autoridades locales y los desarrolladores industriales continúan trabajando para ampliar y mejorar las opciones, brindando oportunidades para aprovechar aún más el nearshoring en el país”, resalta el estudio.
Aspectos ASG a considerar
También, señala que es fundamental abordar temas relevantes para inversionistas y otras partes interesadas, como la institucionalización de las compañías, el desarrollo de infraestructura adecuada y garantizar la integración de prioridades ASG en todos los aspectos del negocio.
Y para maximizar el potencial del sector inmobiliario en México en términos de aspectos ambientales, sociales y de gobierno corporativo (ASG), es crucial que las organizaciones implementen prácticas y tecnologías que fomenten la eficiencia energética, la utilización de energías renovables y la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). Además, considerar la gestión adecuada de residuos y el uso responsable de los recursos naturales.
Un punto que es esencial analizar, es el impacto social de los proyectos inmobiliarios, tanto en términos de generación de empleo como de acceso a vivienda asequible, inclusión social y desarrollo comunitario. De igual forma, fomentar la interacción y el diálogo con las comunidades resulta crucial para garantizar que los proyectos sean socialmente responsables y aporten un beneficio tangible a la sociedad.
Otro aspecto de suma importancia es impulsar la transparencia en los procesos de desarrollo inmobiliario, así como una sólida gobernanza corporativa para facilitar la implementación de estrategias ASG. Esto implica establecer políticas empresariales claras en áreas como ética, anticorrupción y respeto a los derechos humanos, así como promover la participación de los diversos actores involucrados, que incluyen a inversionistas, desarrolladores y autoridades reguladoras.
Según el estudio, estos parámetros ayudan a mejorar la reputación y competitividad de los proyectos inmobiliarios, pero, además, es importante realizar una evaluación rigurosa del impacto ambiental y social de dichos proyectos para después elaborar un reporte de manera transparente con los resultados. Esto permitirá medir y comunicar de manera efectiva el desempeño ASG de la industria inmobiliaria en México.
Por último, si se consideran estos aspectos, es posible “promover un sector inmobiliario más sostenible y responsable que no solo genere beneficios económicos, sino que también sea consciente del cuidado del medio ambiente, el bienestar de las comunidades y el respeto a los principios de buen gobierno corporativo”.