A medida que la industria hotelera se recupera y se reinventa tras los efectos de la pandemia, las perspectivas para 2024 y 2025 son altamente optimistas. Según datos de Statista Market Insights, los ingresos de la industria de viajes y turismo en Latinoamérica crecerán un 13% en 2024.
Con un mercado en expansión, que incluye un aumento significativo de reservas hoteleras, la región experimenta un auge tanto en turistas locales como internacionales.
Este renacer del sector abre la puerta a nuevas oportunidades para los hoteleros, quienes buscan adaptarse a un mundo post-pandemia con innovaciones que apunten tanto a mejorar la experiencia del huésped como a incrementar los márgenes de rentabilidad.
Claudio Cordeiro, director de productos para Hotelería de TOTVS, una firma que ofrece soluciones de gestión empresarial, expone cinco tendencias que dominarán el segmento hotelero en 2025.
- Auge del "day-use"
Una de las tendencias emergentes que continuará ganando terreno es el concepto de day-use, que permite a los huéspedes disfrutar de las comodidades de un hotel durante el día sin necesidad de pernoctar.
Este modelo ha sido clave para atraer a clientes locales, especialmente aquellos que buscan una escapatoria rápida y asequible cerca de casa.
Para muchos hoteles, este modelo representa una fuente de ingresos adicional, que va más allá de las estancias nocturnas tradicionales.
Además, el day-use permite que las propiedades maximicen su ocupación durante horas del día en las que tradicionalmente estaban vacías.
- Diversificación de alojamientos
Junto al crecimiento de los alojamientos de corta y larga estancia como los Airbnb o las casas de verano, en 2025 se espera que los hoteles diversifiquen aún más sus opciones de hospedaje.
Desde apartamentos temporales hasta propiedades grandes adaptadas para grupos, los turistas están buscando más flexibilidad en cuanto a duración de la estancia y tipo de alojamiento.
Este movimiento refleja una preferencia por experiencias más personalizadas y espacios con características de "hogar", que permiten a los viajeros disfrutar de estancias más largas y adaptadas a sus necesidades.
- Tecnología para mejorar la experiencia
Herramientas como el análisis de datos y la inteligencia artificial (IA) están permitiendo a los hoteleros personalizar ofertas y servicios según las preferencias y comportamientos de los clientes.
Las soluciones de IA generativa, como los chatbots y tótems de autoservicio, mejoran la eficiencia en la atención al cliente y facilitan la interacción con los huéspedes antes, durante y después de su estancia.
También la tecnología se utiliza para crear experiencias únicas. Desde el uso de aplicaciones móviles que permiten el check-in y check-out de manera más ágil, hasta la personalización de las habitaciones según las preferencias individuales del cliente, la tecnología es ahora un pilar fundamental en la propuesta de valor de los hoteles.
- La sostenibilidad, con el enfoque ESG
La agenda ESG (Environmental, Social and Governance) está cobrando mayor relevancia en la estrategia de los hoteleros.
En 2025, se espera que la industria hotelera impulse con más fuerza iniciativas sostenibles, que van desde la reducción de la huella de carbono hasta el fomento de prácticas laborales más inclusivas y responsables.
La sostenibilidad no solo es un compromiso ético, sino que también responde a una demanda de los consumidores, quienes cada vez son más conscientes de la necesidad de apoyar negocios responsables con el medio ambiente y la sociedad.
Los hoteles, especialmente los de cadenas globales, están invirtiendo en tecnologías limpias, como el uso de energía renovable y sistemas de reciclaje, para minimizar su impacto ambiental.
También están adoptando prácticas transparentes de gobernanza y fomentando la diversidad en sus equipos de trabajo.
- Crecimiento de los tiempos compartidos
El modelo de timeshare o multipropiedad continúa en auge, principalmente en resorts turísticos. Este sistema de alojamiento, donde varias personas comparten la propiedad de una unidad de tiempo, ofrece beneficios tanto a los huéspedes como a los propietarios.
Los turistas obtienen precios más competitivos, mientras que los hoteleros aseguran una mayor ocupación durante los períodos de baja demanda.
Además, la digitalización ha impactado este sector, facilitando la gestión de estas propiedades mediante plataformas tecnológicas que optimizan la distribución y la administración de las unidades, mejorando la rentabilidad y la eficiencia operativa.