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Los inmuebles pueden ser más sostenibles y rentables con acciones concretas. Conoce las claves para descarbonizar y optimizar recursos.

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La mayor parte de nuestra vida la pasamos dentro de edificaciones: hogares, oficinas, hospitales, escuelas y centros comerciales.

Cada uno tiene su propósito, pero comparten una característica en común: requieren una cantidad significativa de energía para mantener luces, sistemas de aire acondicionado y calefacción, así como equipos electrónicos en funcionamiento. Este consumo de energía no solo afecta a nuestros bolsillos, sino también al medio ambiente. 

 

Según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), los edificios representan el 34% de la demanda energética global y el 37% de las emisiones de dióxido de carbono relacionadas con la energía. Esto convierte a los inmuebles en un punto crítico para abordar el cambio climático, destacando la urgencia de implementar estrategias que reduzcan su impacto ambiental.

 

Carlos García, director general de Trane México, lo resume claramente: “La descarbonización no solo es una necesidad ambiental, sino también una oportunidad estratégica para que las empresas cumplan con regulaciones, optimicen costos operativos y aumenten su rentabilidad". 

Un plan paso a paso para inmuebles sostenibles 

Ante este reto, es esencial contar con un plan de descarbonización estructurado que permita a administradores y propietarios transformar sus edificaciones en espacios más eficientes y sostenibles. Estos son los pasos clave para lograrlo que comparte Carlos García: 

  1. Evaluar el punto de partida

Lo primero es entender el estado actual del inmueble: analizar áreas de mayor consumo de energía, medir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y revisar patrones históricos de uso de recursos. Esta línea base será la guía para establecer metas claras. 

  1. Definir objetivos alcanzables

 

Establecer metas concretas, como reducir un 30% las emisiones para 2030, es crucial. Las estrategias para lograrlo incluyen optimizar sistemas existentes, sustituir equipos que funcionan con combustibles fósiles por alternativas eléctricas o híbridas, incorporar energías renovables y mejorar la gestión de residuos.

 

  1. Modernizar infraestructura

Actualizar equipos de calefacción, ventilación y aire acondicionado (HVAC) con tecnologías de última generación es esencial. Equipos con compresores de velocidad variable o refrigerantes de bajo impacto ambiental pueden reducir significativamente el consumo energético. Además, implementar sensores y sistemas inteligentes para monitorear y ajustar el uso de energía en tiempo real evita el desperdicio. 

  1. Planificar por fases

Dividir el proceso en etapas facilita su implementación: 

   - Corto plazo (1-3 años): Ajustes operativos y auditorías energéticas. 

   - Mediano plazo (4-7 años): Modernización de sistemas críticos. 

   - Largo plazo (8-10 años): Transición a energías renovables y neutralidad en carbono.

  1. Involucrar a todos los actores

 

El éxito de cualquier plan depende de la colaboración. Esto incluye capacitar al personal en prácticas sostenibles, trabajar con proveedores comprometidos con el medio ambiente e involucrar a los ocupantes del edificio para fomentar su participación activa.

 

  1. Monitorear y ajustar

Un seguimiento constante permite medir avances y realizar ajustes según sea necesario. Indicadores clave, como el consumo de energía y la reducción de emisiones, son fundamentales para evaluar el progreso. 

 

 

HVAC: Corazón de la descarbonización 

Los sistemas HVAC son responsables de hasta el 50% del consumo energético en edificios comerciales, por lo que optimizarlos representa un impacto significativo. Tecnologías como bombas de calor o sistemas de control inteligente pueden reducir el uso de energía mientras mejoran la calidad del aire y el confort de los ocupantes. 

Además de disminuir emisiones, estas mejoras ayudan a reducir costos operativos, evitar sanciones por incumplir regulaciones y fortalecer la reputación de las empresas. 

Un futuro más verde y rentable 

 

Descarbonizar inmuebles no es solo un compromiso con el medio ambiente, es una estrategia que puede transformar espacios en activos más rentables y sostenibles. La tecnología y las decisiones informadas son las herramientas para liderar este cambio. Como señala Carlos García: "Es momento de ver la sostenibilidad no como un desafío, sino como una oportunidad para marcar la diferencia".

 

Con pasos claros y una visión a largo plazo, la transición hacia edificaciones sustentables puede convertirse en una realidad alcanzable que beneficie tanto al planeta como a las personas.