Este Día de las Madres, la reflexión va más allá de los regalos simbólicos. En México, millones de mujeres mayores de 50 años siguen siendo el eje emocional, organizativo y, muchas veces, económico de sus familias. Para ellas, contar con un espacio habitacional propio, cómodo y seguro no solo representa bienestar, sino también una forma sólida de inversión patrimonial.
Y desde el punto de vista financiero, adquirir una propiedad que beneficie directamente a una madre también es una estrategia patrimonial inteligente. La vivienda, especialmente en zonas urbanas de alta demanda, mantiene una plusvalía sostenida y representa una inversión rentable a mediano y largo plazo, incluso en un entorno inflacionario.
Por lo que, expertos de University Tower, desarrollo habitacional en CDMX, comparten algunas recomendaciones clave para quienes consideran esta opción:
* Ubicación céntrica y conectada: Mejora la movilidad, eleva la calidad de vida y aumenta el valor de la propiedad.
* Accesibilidad y comodidad: Elevadores, iluminación adecuada, pasillos amplios y acabados resistentes hacen la diferencia en el día a día.
* Amenidades útiles: Un salón de usos múltiples o un gimnasio bien ubicado pueden impulsar una vida activa y social.
* Seguridad estructural: Especialmente en zonas sísmicas, es indispensable que el inmueble cumpla con los más altos estándares de construcción.
* Opciones de financiamiento: Hoy existen créditos hipotecarios dirigidos a mujeres mayores de 45 años, así como esquemas de copropiedad o inversión familiar.
“Pensar en mamá es pensar en su seguridad, en su comodidad y en su autonomía”, explica Ingrid Acebo, project manager de University Tower. “No se trata solo de construir edificios, sino de crear entornos que respondan a los cambios en la vida de las personas”.
Invertir en una vivienda para mamá no solo es un gesto de cariño: Es una decisión estratégica que puede mejorar su calidad de vida y proteger el patrimonio familiar.