En los últimos cinco años, el costo de alquilar una vivienda en Estados Unidos se ha disparado, duplicando los ingresos necesarios para vivir cómodamente en varias de las principales ciudades del país.
Indicó el documento que el incremento ha sido más pronunciado en las viviendas unifamiliares, cuyo alquiler promedio se disparó un 42.9%, alcanzando los 2,256 dólares mensuales. En comparación, el alquiler de departamentos aumentó un 28.7%, llegando a un promedio de 1,858 dólares. Este crecimiento supera ampliamente el alza de los ingresos por hogar, que apenas subieron un 22.5% en el mismo periodo.
Tan solo, en ocho áreas metropolitanas, los inquilinos deben ganar ingresos de seis cifras para evitar destinar más del 30% de su salario al alquiler, que es el umbral recomendado de asequibilidad. Estas ciudades son: San José, Nueva York, Boston, San Diego, San Francisco, Los Ángeles, Miami y Riverside (California). En seis de estos ocho mercados, las rentas ya superan ese límite y colocan a muchos hogares en situación de estrés financiero.
Además del alquiler mensual, los altos costos iniciales —como depósitos, pagos adelantados y comisiones de agentes— continúan siendo un obstáculo para muchos. Esto se siente especialmente en urbes como Nueva York o Boston. No obstante, nuevas regulaciones como la Ley FARE, aprobada por el Ayuntamiento de Nueva York, y otras iniciativas legislativas buscan reducir estos costos y mejorar la asequibilidad.
Finalmente, para quienes están considerando mudarse o buscan una nueva vivienda, herramientas como la calculadora de asequibilidad de Zillow pueden ayudar a tomar decisiones más informadas y realistas sobre qué se puede pagar sin comprometer otros gastos esenciales.