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Pese al aumento de viviendas en venta y tasas hipotecarias más bajas que hace un año, la primavera no despegó para el sector inmobiliario en Estados Unidos. La incertidumbre económica y los altos costos de financiamiento mantienen a muchos compradores al margen.

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La primavera, tradicionalmente la época más activa para comprar casa en Estados Unidos, llegó este año sin el impulso esperado. A pesar de contar con más propiedades en venta y una ligera baja en las tasas hipotecarias respecto al año pasado, las ventas de viviendas se estancaron en abril, sorprendiendo a compradores, vendedores y expertos del sector.

 

Según cifras recientes de Redfin, las ventas de viviendas existentes cayeron a su nivel más bajo desde octubre de 2024, con una tasa anual ajustada de poco más de 4.1 millones. Este dato representa una baja mensual del 0.2% y una caída anual del 1.1%, la primera en siete meses. Las ventas pendientes, que incluyen inmuebles nuevos y usados y anticipan el movimiento del mercado, también cayeron 3.5% en el mes, marcando el descenso más pronunciado desde agosto de 2023.

 

¿Por qué no despega el mercado?

Los motivos detrás del freno en la actividad inmobiliaria son múltiples, de acuerdo con los expertos, pero tienen un factor común: La incertidumbre económica.

Comprar una casa en EE.UU. nunca ha sido tan caro. Aunque los precios de venta subieron solo 1.4% interanual —el crecimiento más lento en casi dos años—, el costo mensual de financiamiento alcanzó niveles récord. La tasa hipotecaria promedio a 30 años fue de 6.73% en abril, muy por encima de los niveles de la pandemia y apenas por debajo del 6.99% registrado un año antes. Esto ha elevado las mensualidades a cifras inalcanzables para muchas familias.

A esto se suma un clima económico tenso. Las preocupaciones por la inflación, los aranceles, los despidos en el sector público y la volatilidad financiera generan cautela. "Hay una sensación general de ansiedad. La gente no sabe qué esperar cada mañana", señaló Dan Close, agente de Redfin en Chicago.

 

 

Más casas, menos compradores

 

Paradójicamente, hay más casas disponibles. El inventario alcanzó su punto más alto en cinco años y los nuevos listados aumentaron casi 9% respecto al año anterior. Esto se debe en parte a que muchos propietarios están decidiendo vender por razones económicas: Reducir gastos, cambiar a viviendas más pequeñas o incluso salir del mercado por temor a una recesión.

 

La oferta ha crecido incluso en mercados históricamente ajustados como Denver, Las Vegas y Oakland, donde el número de casas en venta subió más de 30% interanual.

Pero más oferta no ha significado más ventas. De hecho, los compradores tienen más poder de negociación. Las casas permanecen más tiempo en el mercado —en promedio 40 días— y se están vendiendo por debajo del precio de lista. Menos de un tercio se vendió por encima del precio solicitado, el porcentaje más bajo en cinco años.

“Estoy viendo ofertas sorprendentemente bajas que están siendo aceptadas”, dijo Meme Loggins, agente en Portland. “Presenté una oferta con casi $50,000 de descuento y fue aceptada sin concesiones”.

Un mercado de oportunidades… con cautela

Aunque la primavera de 2025 no despegó como se esperaba, el mercado actual abre puertas para los compradores pacientes. Hay más opciones, más margen para negociar y vendedores dispuestos a ajustar sus precios.

 

Sin embargo, el futuro inmediato del sector depende de factores fuera del control del mercado: Las tasas hipotecarias, la evolución de la economía y la confianza del consumidor.