Comprar una casa en Estados Unidos se ha vuelto un reto especialmente para los jóvenes. Entre precios récord y cuotas hipotecarias elevadas, muchos de ellos recurren a estrategias mixtas —y no siempre tradicionales— para reunir el pago inicial. Uno de los apoyos más frecuentes proviene del lugar más cercano: La familia.
¿De dónde sale el dinero?
El método más común sigue siendo el ahorro personal. Más de la mitad de los jóvenes compradores (56.5%) dijeron haber juntado su pago inicial con dinero ahorrado directamente de sus ingresos. Sin embargo, otras fuentes también están jugando un papel importante:
- 20.7% recibió un regalo en efectivo de familiares.
- 11% utilizó una herencia para financiar parte del enganche.
- 18% vivió con familiares o amigos para reducir gastos y ahorrar.
- 20.4% vendió acciones.
- 12.7% usó criptomonedas.
- 12.3% retiró dinero de sus cuentas de jubilación de manera anticipada.
- 10.5% disminuyó sus aportaciones al retiro para tener más efectivo disponible.
Estas cifras reflejan la creatividad —y en algunos casos, la urgencia— con la que los jóvenes intentan entrar al mercado inmobiliario, en un entorno donde el pago inicial promedio ronda los 63 mil dólares, lo que representa más del 16% del precio típico de compra.
La ayuda familiar, clave para avanzar
“Hoy en día, mucha gente simplemente no puede ahorrar lo suficiente por su cuenta para comprar una casa”, comenta Dan Close, agente de Redfin Premier en Chicago. “Quienes pueden contar con apoyo de sus padres para el pago inicial o incluso para la hipoteca, tienen una clara ventaja”.
A pesar de los desafíos, algunos expertos opinan que este puede ser un buen momento para comprar, ya que muchos vendedores están ofreciendo incentivos para cerrar trato. Eso sí: Con cabeza fría, buen asesoramiento y claridad financiera.