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En México, muchos daños a la vivienda no provienen de desastres naturales, sino de problemas invisibles como fallas eléctricas, fugas de agua o ventanas mal selladas.

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Un cortocircuito en un contacto que parecía inofensivo, una fuga silenciosa bajo el piso, o incluso un calentador olvidado durante años. Estas son algunas de las amenazas invisibles que pueden poner en riesgo tu hogar… y tu bolsillo.

 

Aunque solemos preocuparnos por terremotos o inundaciones catastróficas, la realidad es que muchos de los daños más comunes a las viviendas mexicanas provienen de pequeños fallos que pasan desapercibidos durante años.

 

La aseguradora Zurich México advierte que prevenirlos no solo protege tu patrimonio, también puede evitar accidentes graves.

Los riesgos están en lo cotidiano

En México, más del 40% de los incendios urbanos están relacionados con fallas eléctricas. Pero eso es solo el inicio. A continuación, la aseguradora te comparte cinco focos rojos que podrías tener en casa sin darte cuenta:

  1. Calentadores viejos: Una bomba de tiempo

Si tu calentador de agua tiene más de cinco años sin mantenimiento, podrías estar acumulando un riesgo importante. El sarro en el tanque, una válvula de presión obstruida o una mala combustión pueden provocar explosiones o la liberación de monóxido de carbono, un gas mortal e imperceptible.

  1. Tuberías antiguas: Fugas que dañan desde adentro

Muchas viviendas en México, especialmente las de más de 20 años, cuentan con sistemas de plomería que ya cumplieron su vida útil. Las fugas pequeñas pueden pasar desapercibidas hasta que dañan muros, pisos o cimientos. Y cuando te das cuenta, el arreglo ya es costoso.

 

 

  1. Instalaciones eléctricas inseguras

Un contacto eléctrico que se calienta sin estar sobrecargado no es normal. Puede ser señal de un cableado defectuoso o envejecido. Según la Comisión Nacional de Vivienda, 8 de cada 10 hogares en el país no cuentan con instalaciones eléctricas adecuadas.

  1. Ventanas mal selladas: Filtraciones y moho

No solo se trata de seguridad contra robos. Una ventana sin buen sellado puede permitir el ingreso de agua durante lluvias, deteriorando acabados, provocando moho y afectando la salud de quienes habitan la vivienda.

  1. Cables expuestos en electrodomésticos

Cables desgastados o reemplazados incorrectamente en refrigeradores, lavadoras o microondas pueden generar descargas eléctricas o incluso incendios. A veces, el problema comienza con un “toquecito” molesto… pero puede terminar mal.

¿Qué hacer para proteger tu hogar?

 

La recomendación de los expertos es clara: Realizar revisiones periódicas, dar mantenimiento con técnicos certificados y, sobre todo, contar con un seguro para el hogar que te proteja ante imprevistos.

 

Un seguro no solo cubre daños por desastres naturales. También puede ayudarte en caso de incendios, fugas, cortocircuitos o filtraciones, situaciones que se presentan con más frecuencia de lo que imaginamos.

Además, hoy existen opciones accesibles y adaptadas al tamaño y tipo de vivienda, así como servicios de asistencia incluidos que ayudan a resolver emergencias sin desembolsos imprevistos.

Prevenir cuesta menos que reparar

 

Proteger tu casa no debería verse como un gasto, sino como una inversión en tranquilidad. Detectar los peligros silenciosos a tiempo y contar con un seguro adecuado puede marcar la diferencia entre una pequeña reparación… y una gran pérdida.