Uno de los grandes beneficios de vivir en renta es que los inquilinos no tienen que hacerse cargo directamente de las reparaciones en casa. Pero eso no significa que puedan ignorar los problemas: Informar a tiempo cualquier desperfecto es clave para evitar que se agrave, mantener la seguridad del hogar y prevenir conflictos con el arrendador.
- Haz una inspección al mudarte
El primer paso comienza antes de que haya un problema. Cuando llegas a vivir a una nueva propiedad, revisa todo a fondo: Grifos, enchufes, cerraduras, paredes, ventanas… Toma fotos y anota cualquier detalle que necesite atención. Entregar esta información al inicio del contrato puede ahorrarte problemas después.
- Sé claro al describir el problema
Cuando detectes un fallo, anota bien qué ocurre, dónde está y desde cuándo lo notaste. No basta con decir “hay una fuga”; mejor especifica: “El grifo del baño principal gotea constantemente desde el jueves pasado”.
- Aporta pruebas visuales
Las fotos (o videos, si es necesario) son tus aliadas. Ayudan a que el propietario o el equipo de mantenimiento entienda mejor el problema y actúe más rápido. Si el fallo es en un electrodoméstico, incluye detalles como la marca y el modelo.
- Prioriza y redacta el informe
- Aclara el acceso a la vivienda
Informa cómo y cuándo pueden entrar los técnicos a tu hogar. Si hay mascotas, asegúrate de mencionarlo para evitar incidentes. Esto ayuda a coordinar las reparaciones sin complicaciones.
- Usa los canales correctos
Muchos propietarios usan plataformas digitales para recibir reportes, pero si el problema es urgente, llama por teléfono primero y luego respáldalo por escrito. Guarda copias de todo lo que envíes.
- Haz seguimiento
Si no recibes respuesta después de unos días, da seguimiento. Una llamada o correo electrónico adicional demuestra tu interés y deja constancia de que cumpliste con tu parte.
- Verifica la solución
Cuando el problema esté resuelto, revisa que todo esté en orden. Si usas una app o plataforma para reportar, probablemente debas cerrar el caso tú mismo. Aun así, es buena idea notificar al arrendador que el trabajo se hizo correctamente.
Cuidar tu hogar también es tu responsabilidad