La caída reciente en las tasas hipotecarias en Estados Unidos está generando un respiro para quienes buscan comprar una casa, abriendo una ventana de oportunidad para acceder a propiedades más caras sin aumentar su gasto mensual.
Más poder de compra sin subir el gasto
Para ponerlo en perspectiva: Una persona con un presupuesto mensual de $3,000 para el pago de hipoteca puede ahora aspirar a una casa de aproximadamente $458,750, frente a los $439,000 que podía comprar en mayo, cuando las tasas alcanzaron un pico reciente de 7.08 por ciento. Es decir, ha ganado cerca de $20,000 en poder adquisitivo gracias al ajuste en las tasas.
Aunque el precio medio de una vivienda en EE.UU. ronda los $447,000, el pago mensual típico con la tasa actual se sitúa en $2,862. En contraste, hace apenas unas semanas, ese mismo préstamo habría requerido una cuota mensual de $2,983, unos $120 más al mes.
¿Por qué bajaron las tasas?
El descenso se produjo luego de un reporte laboral de julio más débil de lo previsto: La economía generó menos empleos y la tasa de desempleo aumentó ligeramente. Estos indicadores fortalecen la posibilidad de que la Reserva Federal reduzca su tasa de interés en septiembre, lo que influye directamente en las tasas hipotecarias.
Más inventario, más oportunidades de negociar
Sin embargo, esta situación puede cambiar pronto. A medida que las nuevas viviendas en venta disminuyen, muchos propietarios están optando por no vender, lo que podría equilibrar el mercado en las próximas semanas.
Momento clave para decidir
Expertos como Daryl Fairweather, economista jefe de Redfin, recomiendan actuar con rapidez: “Esta es una buena oportunidad para quienes han estado esperando un alivio en los costos de financiamiento. Si bien los precios siguen altos, la caída en las tasas mejora las condiciones para concretar una compra antes de que termine el verano”.