A nivel nacional hay mercados más fuertes que otros. Aunque los que están en la Ciudad de México pudieran pensar que se ha limitado la actividad, en el resto del país hay gran cantidad de proyectos y oportunidades.
Busquemos las oportunidades, porque hay buenas noticias en todos lados.
Por ejemplo, en el tema turístico, además de los dos grandes destinos como Cancún-Riviera Maya y Los Cabos, también se observa gran dinámica en la Riviera Nayarit. En otros lugares, por ejemplo, Mazatlán se observa buena inversión y en Puerto Peñasco está regresando, aunque a ritmos diferentes; pero de que hay oportunidades de inversión, las hay.
Sobre el inicio de gobierno de la actual administración federal, quiero transmitir que México no es un proyecto a seis años. La idea que se tiene que generar es de optimismo y no de pesimismo. Si seguimos generando el pesimismo, vamos a caer en una crisis que hoy no existe.
Debemos ser enfáticos: actualmente, si no hay una crisis, no la generemos nosotros. Este va a ser un nuevo México que nos exigirá a nosotros como empresarios ser más participativos en todos los ámbitos, no nada más en el nuestro, sino también en el social. Hay una gran responsabilidad.
Como empresa, no hemos cancelado ningún proyecto. Lo que sí hemos hecho es modificar sus fechas de inicio. Ante cierta incertidumbre que se empieza a sentir y permear en los desarrolladores, estamos espaciando un poco los inicios de las inversiones, pero definitivamente no hemos parado, porque ello implicaría generar una crisis que —cuando menos hasta hoy— no es una económica.
Precisamente desde el punto de vista económico hay acceso a capital, a deuda y a inversionistas. Falta tener más claridad en lo político, la percepción juega un rol muy importante. Debemos de pedir claridad, certeza, rumbo. Hay decisiones que sí han afectado la confianza y son éstas las que empiezan a generar ruido en el entorno.
Texto Eduardo Leaño
Foto: dmi