La crisis del nuevo Coronavirus le ha dado un golpe brutal a los gobiernos, a los negocios y a la sociedad en todo el mundo. Ha transformado de manera turbulenta no solo nuestras actividades diarias, sino también nuestras relaciones personales y profesionales, que nos mantiene aún en estos momentos con un sentimiento de fragilidad e incertidumbre.
El concepto de ‘normalidad’ ha desaparecido, y a siete meses del inicio de la pandemia, todavía no tenemos claro cuál será lo que algunos llaman ‘nueva normalidad’.
La gente comienza a cuestionarse seriamente de qué forma será esa nueva relación con la familia y la sociedad; con el medio ambiente; con gobiernos e instituciones; con la tecnología y las marcas; con la democracia y con el mundo en general.
En poco tiempo nos estrellamos con una enorme pared llamada pandemia global. Hoy, estamos viendo fuertes cambios disruptivos en la forma de hacer negocios debido al Covid-19. Solo por un momento pensemos en cuántas cosas dábamos por hecho hace apenas algunos meses. La velocidad de destrucción de modelos, paradigmas y prácticas llegó a un nivel rara vez experimentado en la historia de la humanidad. Lo que antes se tardaría años o décadas para implementar, ha sido impuesto, por necesidad, en solo unos meses.
Sin embargo, y como dijo a mediados de junio el Premio Nobel de Economía 2018, Paul Romer: “No dejemos nunca que una crisis se desperdicie”.
Aprovechar las oportunidades
Empresas como Disney, CNN, Hyatt, Burger King, FedEx, Microsoft, Apple, Texas Instruments, AT&T, Adobe y Airbnb tienen un componente importante en común: Todas fueron fundadas en tiempos complejos, de incertidumbre y de recesión económica. De igual manera, WhatsApp, Venmo, Groupon, Instagram, Pinterest, Slack, Square, Cloudera y Uber se fundaron durante la Gran Recesión de 2008.
Con el caos, las conductas y los comportamientos cambian, las cartas se reparten de manera diferente, los liderazgos se modifican y las reglas se rompen; nuevos modelos y propuestas emergen, y es aquí, en las crisis, cuando se generan las mayores oportunidades y los cambios más fuertes.
Hemos visto en el pasado cómo los jugadores más rápidos y disruptivos se comen a los más grandes. Esto pasó con Netflix y Blockbuster, Lamborghini y Ferrari, Facebook y MySpace, Atari y Apple, Amazon y… casi cualquier líder, en cualquier industria.
En épocas de crisis, las necesidades de los consumidores cambian por segundo volviéndose incluso irracionales, como lo fue el comprar enormes cantidades de rollos de papel higiénico a inicios de la pandemia de Covid-19.
Ante algunos cambios de comportamientos en el corto plazo, lo importante a responder es: ¿Cuáles de estos comportamientos se quedarán en el largo plazo? ¿Qué cambios de conducta prevalecerán? ¿Cuáles son los sticky changes que dibujarán el camino hacia el futuro?
Las crisis generan un sentido de urgencia, y es aquí donde las oportunidades se generan.
La 'nueva normalidad'.
Cambios inesperados
A principios de 2020, poca gente habría estado organizando su agenda semanal alrededor de Zoom y siendo tan productiva con juntas y llamadas back-to-back diarias. Pocos habríamos estado tan preocupados por el abastecimiento y la compra de cubrebocas, gel y desinfectantes en aerosol. Y seguro, pocos leeríamos tantos libros, veríamos tantas series, o desarrollaríamos tantas nuevas habilidades o hobbies.
Tener reuniones virtuales con familiares y amigos los fines de semana es algo que ni siquiera habría hecho sentido en diciembre o navidades pasadas. Y el hecho de que los abuelos hagan TikTok y estén activos en Zoom o Telegram habría sido impensable hasta hace unos meses.
Hoy, el impacto del Covid-19 se siente en todas las industrias y partes del mundo. Por ejemplo, el sector salud −que representa casi el 20% del Producto Interno Bruto (PIB) en Estados Unidos−, está siendo transformado de fondo por soluciones digitales de eHealth y la telemedicina con nuevos modelos de negocio, de distribución y pagos. Una sociedad que de un día a otro ha pasado a modo ‘desinfectar y no tocar', verá nacer rápidamente nuevas industrias, modelos de negocio y soluciones.
Hay sectores que han tenido impactos positivos por la crisis, como las plataformas de e-commerce, los servicios de streaming, empresas de entrega a domicilio y las funerarias. Otras han tenido impactos muy negativos y seguramente tendrán que replantear, de manera importante, sus modelos de negocio, como el turismo, las aerolíneas, los restaurantes y hoteles; los salones y servicios de belleza; los gimnasios y los organizadores de eventos.
Mientras algunas industrias han tenido el viento a favor, otras lo han tenido en contra. Unas han sido catalogadas como Covid+ y otras Covid– o ‘tóxicas’ por algunos fondos de inversión.
Pros y contras del trabajo a distancia.
Un nuevo modelo de negocio.
Ajustes en el Real Estate
Aun cuando la mayoría de los Fondos de Capital Privado y Venture Capital están en estos momentos en modo ‘pago por ver’, en el caso de sectores considerados Covid+, el apetito de los inversionistas se está acelerando rápidamente; incluso iniciando nuevas rondas preferenciales por el miedo al FOMO (Fear of Missing Out).
En el sector inmobiliario comercial a nivel mundial, los inquilinos de todas las industrias están revisando seriamente los espacios que necesitarán para continuar operando en un mundo post pandemia, decisiones que tendrán un fuerte impacto en el diseño y futuro del sector inmobiliario.
Muchos empleados y empleadores han visto que el modelo de trabajar desde casa puede funcionar de manera permanente o como alternativa con algunas ventajas; por ejemplo, menor tiempo de traslado, mayor productividad y flexibilidad, menor gasto en transporte, entre otros. Por otro lado, también tiene sus puntos negativos, como el incremento en gasto de energía en las casas, la falta de seguridad digital, menor ejercicio y temas de salud mental, por mencionar algunos.
De igual manera, algunas industrias comenzarán a rediseñar sus cadenas de suministro, lo que tendrá diferentes impactos en el sector:
1. Mayores requerimientos de espacio para almacenamiento y áreas de logística para plataformas y empresas relacionadas con el e-commerce.
2. Menores requerimientos de otros espacios por el impacto de la digitalización y descentralización de procesos, así como por menor necesidad de ciertos inventarios.
3. Necesidad urgente de espacios más flexibles, eficientes y mayor control sanitario.
4. Rediseño de espacios para poder capitalizar la generación y distribución de contenidos digitales en las industrias de wellness, salud, turismo, entre otros.
Crece el impacto de la tecnología en el sector inmobiliario.
Diseñadores y arquitectos interiores apuestan por la Realidad Aumentada.
Aprovechar tecnologías
Para el sector inmobiliario y de la construcción, la innovación y la velocidad de adopción de nuevas tecnologías podrá ser la diferencia entre sobrevivir a la crisis de salud y la recesión económica, o quedar rezagado y volverse irrelevante.
Siendo tradicionalmente uno de los sectores menos tecnológicos, el sector inmobiliario tiene una oportunidad para romper moldes y revolucionar el mercado con tecnologías y modelos de negocio que no se han aprovechado o utilizado hasta ahora. Sobre todo, tecnologías colaborativas y de código abierto que están explotando en popularidad y siendo impulsadas en Europa y Estados Unidos por grandes organizaciones, como Red Hat, Atos, NEC, Linux Energy, FIWARE, Engineering y la misma Comunidad Económica Europea.
El uso de diferentes tipos de sensores de última generación, como plataformas inteligentes y estándares para el internet del futuro (FIWARE) y el Internet de las Cosas (IoT); el procesamiento y transformación de datos con Edge Computing y la Inteligencia Artificial (AI), permiten hoy crear modelos de ‘gemelos digitales’ de cualquier tipo de activo inmobiliario. No solo para automatizar procesos, sino para realmente diseñar sistemas y procesos inteligentes, abriendo así la puerta a infinidad de nuevos modelos de negocio en la industria.
Un digital twin (gemelo digital) de un activo o portafolio de activos inmobiliarios permite jugar con cada uno de los sistemas, ajustar y rediseñar procesos, y predecir comportamientos sin interferir en la operación del activo real. El comportamiento de cada parte del sistema, incluyendo el componente humano, también puede generarse con este tipo de tecnología.
Esto puede tener un impacto enorme en la eficiencia y costo de operación de los inmuebles y abrir la puerta a infinidad de modelos de negocio, como el trading de energía entre portafolios de inmuebles, iniciativas para mejorar la experiencia de los usuarios de los espacios, control en tiempo real de crisis de salud y trazabilidad de contactos, mejorar el ROI de los inversionistas, e incluso generar modelos para bursatilizar algunas partes o flujos de los activos inmobiliarios.
Tecnologías colaborativas y de código abierto.
El uso de tecnologías adicionales, como Blockchain, permiten capitalizar aún más estos nuevos modelos.
Se habla mucho de Blockchain, a veces sin comprender realmente a qué se refiere esta tecnología, cuáles pueden ser sus aplicaciones y como si fuera algo del futuro lejano o algo muy riesgoso, confundiéndolo con criptodivisas similares al Bitcoin. Sin embargo, Blockchain ya es una realidad, una tecnología que está siendo utilizada para temas tan sensibles como la votación de funcionarios gubernamentales en países como Estonia (la nación digital por excelencia), para el registro público de la propiedad en Suecia y como el trading de energía limpia peer-to-peer (P2P) en la 10° economía más importante del mundo: Texas.
Una de las bondades de Blockchain es que se encarga de proteger uno de los activos más dañados en la última década: La confianza. Asimismo, permite disminuir, trasladar o eliminar riesgos, abriendo la posibilidad de diseñar nuevos modelos de negocio, democratizar flujos y activos.
Las posibilidades de nuevos modelos son ilimitadas: X as a Service o (XaaS) será cada vez más normal; sobre todo en un mundo post Covid.
Los cambios más importantes tardan en adoptarse por la mayoría, ya que se requiere también de una modificación cultural, la cual apenas estamos empezando a entender, y que está siendo acelerada por el Covid-19.
Vivimos en tiempos sin precedentes. Hoy, como nunca, la innovación, la tecnología y la colaboración son las principales herramientas para resurgir mejores, más fuertes y juntos de momentos tan complejos. No dejemos que esta crisis se desperdicie.
Texto:Humberto Olivo *Presidente de The Texas Project FIWARE iHub – Hub de Innovación y Tecnología y representación de la Fundación FIWARE de Europa en Estados Unidos. www.fiware.org
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