La financiación de la vivienda y el mercado de crédito hipotecario en México muestran características diferenciales respecto a otros países. Según la Encuesta Nacional de Vivienda (ENVI), los recursos propios de los hogares son los que prevalecieron como medio de financiación para la adquisición de una vivienda (65.4%), seguido de la financiación a través del Infonavit, que representó el 18 por ciento, con datos al 2020.
De este modo, la financiación a través de instituciones financieras privadas representó solo el 9.1% frente al resto de opciones. Si el análisis se realiza sobre las viviendas propias, nuevas o de segunda mano, que en su conjunto sumaban un total de 8,453,016 viviendas en 2020, el Infonavit es quien encabeza la adquisición, superando a la fuente de financiación con recursos propios.
Como dato adicional mencionó que solo 44.7% de las viviendas propias, nuevas o de segunda mano, mantenían un crédito vigente en ese año.
Brecha de crédito a los hogares
En cuanto a la evolución de la brecha del crédito a los hogares en relación con su nivel medio (como porcentaje del PIB), se observó que desde 2001 hasta 2017, se presentó un extenso periodo en el que el volumen del crédito a los hogares se encontraba por encima de su media de largo plazo, alcanzando su punto culminante en 2007. A partir de ese punto comenzó a cerrarse, lo cual se vio reflejado en el nivel de precios que se desaceleraron entre 2008 y 2010, pero sin llegar a retroceder.
Al analizar estos y otros análisis, se puede ver el potencial de crecimiento en el mercado para México, que ocupa el puesto 27 en el ranking del Indicador de Potencial Inmobiliario (IPI) calculado por MAPFRE Economics, entre los 43 países para los cuales se ha podido calcular este indicador sintético.
Entre los distintos componentes que se ponderan para calcular el indicador, el correspondiente al crecimiento demográfico es el que contribuye en mayor medida a mejorar la posición de potencialidad de México en la muestra de países analizados.
De acuerdo con el informe ‘Mercados inmobiliarios y sector asegurador’ que realizó la compañía, el valor estimado del stock de viviendas en México en 2023 asciende a 25.1 billones de pesos (alrededor de 1.3 billones de dólares), lo que representa el 136% del PIB, mientras que la riqueza financiera bruta de los hogares se estima en 75.5 billones de pesos (409% del PIB).
La evolución del stock inmobiliario de viviendas en las últimas dos décadas muestra un valor creciente en términos reales, si bien su peso relativo en la riqueza de los hogares ha venido decreciendo ligeramente a lo largo de ese periodo.aaaa
Señaló además que el análisis de la formación bruta de capital en construcción de vivienda en términos relativos en relación con el PIB, desde 1993, presenta una tendencia decreciente, con excepción del periodo entre 2001 y el 2008, cuando alcanzó un máximo de 6.8% del PIB en el 2008, con un descenso desde entonces hasta presentar un nivel en torno al 4.5% en 2022, para marcar los mínimos de las últimas tres décadas.