En más de la mitad de los centros urbanos de Estados Unidos se desploma el espacio habitable asequible, mientras que el precio medio de la vivienda en algunas grandes ciudades es más del doble de lo que los estadounidenses pueden pagar.
La llegada del fin de año trajo la tasa hipotecaria fija más alta en décadas y, con ella, una pregunta difícil de responder, ¿cuánto podemos permitirnos gastar en una casa? Para aquellos que juegan a esperar un mejor mercado inmobiliario en el horizonte, se han dado cuenta de algo desalentador: los ingresos del año pasado habrían permitido comprar más por menos.
A medida que los precios se desvían cada vez más de lo que alguien califica como "dentro del presupuesto", el poder adquisitivo está disminuyendo para los aspirantes a propietarios de viviendas que encuentran que los precios (y los tamaños) de las viviendas superan con creces sus ingresos.
Un análisis de Point2Homes muestra que, en comparación con el 2022, quien busca una vivienda promedio en 2023 en EU podría permitirse gastar alrededor de 3 mil 100 dólares menos en una casa. Aunque no es alentador, es una gota en el océano en comparación con la pérdida interanual de 96 mil 800 dólares en poder adquisitivo que experimentaron el año pasado.
Los aspirantes a propietarios de viviendas no solo perdieron el poder adquisitivo, ya que los compradores en 61 grandes ciudades ahora ofrecen menos espacio habitable que el año pasado. Los buscadores de vivienda en Detroit, MI, Tulsa, OK y Wichita, KS, fueron los que más perdieron: más de 300 pies cuadrados.
Con el tamaño promedio de una habitación en el país, alrededor de 132 pies cuadrados, algunas de estas caídas en el espacio habitable representan el equivalente a una, 2 o casi 3 habitaciones
La escalera inmobiliaria es menos inestable en las ciudades que experimentaron aumentos en el poder adquisitivo: los compradores de viviendas en 7 grandes ciudades -incluidas Irvine, California, San Francisco, Anchorage, Alaska y Washington, DC- podrían permitirse gastar 30 mil dólares más que el año pasado.
En toda la Unión Americana se vivió una dura batalla con las tasas hipotecarias. Las tasas de las hipotecas fijas aumentaron de aproximadamente el 3% a fines de 2021 al 7% a fines de 2022 y a alrededor del 7.5% en noviembre de este año: los niveles más altos en 20 años. El dramático repunte del año pasado llevó a Point2 a analizar su impacto en la asequibilidad y el espacio habitable promedio que viene con él, con resultados igualmente dramáticos.
Si bien los cambios anuales esta vez no son tan severos, las cosas están lejos de ser ideales para el comprador de vivienda con ingresos medios en 2023, un año definido por medidas drásticas para combatir la inflación.
Durante 2022, un estadounidense promedio con un ingreso medio de 74 mil 800 dólares podía permitirse una casa de 278 mil 200 dólares. Eso supone un pago inicial estándar del 20% y una hipoteca a tasa fija a 30 años, incluidos seguros e impuestos, que no requeriría más del 30% de sus ingresos mensuales.
“Los aspirantes a propietarios de viviendas podrían comprar una propiedad de 275 mil dólares en 2023, lo que significa tasas de interés explosivas y un arrastre de ingresos que no pueden mantener el ritmo, por lo que, los propietarios potenciales perdieron más de 3 mil 100 dólares en poder adquisitivo. Lo que es peor, con el precio de venta medio nacional de 412 mil dólares, esta hipotética casa de 275 mil dólares que los compradores podrían en realidad permitirse se ha convertido en un unicornio en el mercado inmobiliario de Estados Unidos”, finaliza el análisis.
