CIUDAD DE MEXICO.- Aunque el financiamiento hipotecario de bancos, sofoles y sofomes inició una tendencia de recuperación en mayo y junio de este año, en los primeros seis meses del año acumula una caída de 28.7%, en relación con igual periodo de 2008. Cifras de la Comisión Nacional de Vivienda (Conavi) muestran que de enero a junio pasado las entidades financieras otorgaron 72 mil 893 créditos hipotecarios por un monto de 31 mil 264.3 millones de pesos, casi el doble de lo reportado dos meses antes. Sin embargo, esto no fue suficiente para salir bien librados en el primer semestre, considerado el más difícil de la actual crisis financiera y económica mundial, que se agudizó en nuestro país por la epidemia de influenza A(H1N1). Así, el número de créditos hipotecarios otorgado por los bancos, sofoles y sofomes cayó 44.8% respecto a los 132 mil 124 préstamos reportado al cierre de junio del año pasado, mientras que la inversión se desplomó 28.7% en comparación con los 43 mil 854.82 millones del primer semestre de 2008. De esta manera, al sexto mes del año las entidades financieras reportan un avance de 35.1% respecto a la meta establecida para este año de 207 mil créditos hipotecario, y de sólo 27.9% en el monto programado, de 112 mil millones de pesos. No obstante, durante los meses de mayo y junio comenzó a aminorar la caída en este segmento, ya que al cierre de abril el descenso fue de 50.9% en número de préstamos hipotecarios de estas empresas y 35.2% en el monto económico. Ante la falta de liquidez en los mercados y menores fuentes de fondeo, durante los primeros meses del año las sofoles y sofomes hipotecarias dejaron de dar créditos hipotecarios, lo que se sumó a una mejor demanda por parte de los posibles compradores, debido a la incertidumbre por la recesión económica y el aumento de desempleo. Hacia el tercer bimestre del presente año se observó una recuperación importante por la reactivación de la actividad de las sofoles y sofomes, apoyados por los programas de la Sociedad Hipotecaria Federal (SHF). En tanto, los bancos restringieron el financiamiento hipotecario, al volverse más estrictos en el otorgamiento de los préstamos, como consecuencia de un aumento en la cartera vencida.