Expertos consideran que debido a la crisis que provoca el COVID-19 en las aerolíneas mexicanas, existe el riesgo de que alguna caiga en concurso mercantil o incluso vaya a la bancarrota. Entre abril y mayo redujeron hasta 90% su capacidad de transporte de pasajeros, lo que afectó sus ingresos.
Jonathan Félix, analista de Verum, señaló que están es un riesgo latente. “Todas deben monitorear su efectivo en caja para no caer en Capítulo 11, Ley de Quiebras en Estados Unidos. Las que caigan en bancarrota no dejan de operar. Dan sus servicios, pero conservan su liquidez porque no pagan deudas. Si ni así salen, entonces entran en quiebra”.
Si bien en el primer trimestre del año, Aeroméxico perdió 2 mil 508 millones de pesos (mdp), Volaris mil 493 mdp y Viva Aerobus 23 mdp, por la depreciación del peso y la caída del tráfico de pasajeros por el nuevo Coronavirus, las aerolíneas tienen problemas desde hace tiempo. Desde el último trimestre de 2019, Aeroméxico tuvo una pérdida neta de 57 mdp, por mencionar un ejemplo.
Por su parte, el analista Fernando Gómez, explicó que esta situación se debe a la guerra de tarifas para competir en las mismas rutas, al precio de la turbosina y a los costos por operar en aeropuertos. “La guerra de tarifas sirvió para calentar un mercado o ruta, pero fue errónea, pues mantuvieron rutas subsidiadas con las que sí eran rentables y no tuvieron ganancias”, dijo a El Universal.
Así, Félix dijo que en este momento lo más importante para las aerolíneas es conservar su liquidez. “Ahora, las que caigan en bancarrota no dejan de operar. Ofrecen sus servicios, pero conservan su liquidez porque no pagan deudas. Y si ni así salen adelante, entonces ya entran en quiebra”. Por lo tanto, se espera que todas renegocien deudas, pagos a arrendadores de aviones, proveedores, a quienes le compran combustible y a grupos aeroportuarios. Y las que tienen aviones propios, podrían venderlos.