La reapertura de actividades económicas fue parcial y desigual en gran parte de México, principalmente en los 16 estados ubicados en color naranja en el semáforo de riesgo que implementó el gobierno federal. Algunos comercios abrieron sus cortinas, pero otros no sobrevivieron al cierre obligado por la pandemia del COVID-19.
En Guadalajara, Jalisco, se reactivó el 80% de los empleos, pero 10 mil comercios no resistieron el confinamiento, estimó la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo (Canaco Servytur) del estado. Cabe señalar que los hoteles solo pueden tener ocupación de 25%, al igual que los gimnasios, los clubes deportivos y las iglesias. Mientras que en Nuevo León, más de 20 mil negocios estaban al borde de la quiebra; y en Mazatlán, Sinaloa, se calcula que 20% de los negocios, unos 13 mil, no levantarán la cortina.
En Baja California Sur reiniciaron actividades con la apertura de hoteles, restaurantes, cantinas, discotecas, bares y otros comercios, aunque el semáforo nacional de sanidad marca en rojo; Tijuana es la primera ciudad en regresar a la nueva normalidad. La Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados (Canirac) prevé que una decena de locales no volverá a abrir sus puertas.
En Yucatán, unas 60 mil personas regresaron a trabajar y se reabrió el 50% de los negocios, en su mayoría empresas, bancos, tiendas de autoservicio, entre otros lugares, retomaron sus operaciones extremando medidas. La Canirac del estado reportó el cierre de 4 mil comercios y la pérdida de 20 mil empleos.
En Tabasco, el gobierno estatal anunció que la reapertura de establecimientos no esenciales será a partir del 22 de junio, para negocios que cuenten con una superficie inferior a 500 metros cuadrados, así como peluquerías y salones de belleza; todos podrán operar a 50% de su capacidad. Y cuando el semáforo esté en verde, reabrirán los antros, bares, cines y gimnasios.
/Con información de El Universal./