Estadísticas recientes de World Population Review estiman que, en promedio, una persona trabaja 2 mil 148 horas al año en México convirtiéndolo en el país con mayor exceso de trabajo.
“Para arquitectos y proyectistas, entender y aplicar principios de iluminación efectivos puede transformar un área de trabajo común en un ambiente dinámico, que fomente tanto el bienestar individual como la colaboración productiva”, explicó Laso.
Al respecto, cada zona dentro de un entorno laboral tiene requerimientos únicos de iluminación, que por tanto deben abordarse de manera específica. Las áreas de trabajo individual, por ejemplo, necesitan una iluminación que minimice la fatiga visual y aumente la concentración; mientras que espacios comunes, como las salas de reuniones, pueden beneficiarse de sistemas de iluminación adaptativos que cambien según el tipo de actividad que se esté llevando a cabo.
Se enlistan a continuación, tres puntos clave a considerar:
- Ergonomía visual y bienestar. La ergonomía visual es esencial para minimizar la fatiga ocular y estrés, lo que a su vez contribuye al bienestar general de las personas.
- Adaptabilidad y flexibilidad. Es importante diseñar esquemas que sean adaptables y flexibles.
Un valor extra que pueden tener los nuevos proyectos o remodelaciones sobre iluminación en espacios de trabajo, es la integración de tecnologías de control, que van desde sistemas de iluminación inteligente que se ajustan automáticamente en respuesta a la luz natural y los patrones de ocupación, hasta luminarios LED de eficiencia energética todavía mayor.