A través de sus canales oficiales y redes sociales, la empresa explicó que, aunque sus locales cerrarán sus puertas, sus cervezas artesanales seguirán siendo comercializadas en diversos puntos de venta del país.
La marca, que comenzó operaciones en 1996, indicó que los clientes que acumularon puntos en sus visitas a los restaurantes podrán canjearlos en otros negocios del Grupo Gigante, al que pertenece Beer Factory. Entre los establecimientos que permiten el uso de estos puntos se encuentran Toks, Panda Express, El Farolito y Shake Shack; éstos últimos recientemente abiertos; entre otros proyectos de comida.
Beer Factory abrió su primera sucursal en Santa Fe, Ciudad de México, y en los últimos años había expandido su presencia a diferentes zonas de la capital y el Estado de México. A pesar de cerrar sus restaurantes, la compañía empleaba a más de 250 personas al cierre del tercer trimestre de 2024.
La decisión de cerrar Beer Factory refleja los retos que enfrenta el negocio de restaurantes en un contexto económico cambiante, pero también subraya la continuidad de la marca en el mercado de bebidas, donde su legado sigue vigente.