El COVID-19 ocasionó un retroceso de más de una década en los niveles de participación laboral de las mujeres en América Latina y el Caribe (ALC), y durante el 2020, 23 millones de mujeres se sumaron a la pobreza a consecuencia del desempleo y la desigualdad de género en el acceso a servicios.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) planteó en un nuevo informe que la caída del producto interno bruto (PIB) en la región en el año pasado y el impacto de la crisis en el empleo afectan negativamente los ingresos de los hogares.
“Esto nos preocupa, es una década perdida en la participación de la mujer en el mercado laboral que tanto trabajo ha costado. Vemos que la segmentación laboral está afectando mucho más a las mujeres, y en sectores con alta presencia, el 56% de las mujeres están asociadas a sectores de alto riesgo, como comercio manufactura, turismo y empleadores”.
Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de Cepal, indicó que 56.9% de las mujeres en América Latina y 54.3% en el Caribe están ocupadas en sectores en los que se prevé un mayor efecto negativo en términos del empleo y los ingresos por causa de la pandemia, como el turismo, trabajo doméstico remunerado, la salud y educación.
“Las mujeres de la región son parte crucial de la primera línea de respuesta a la pandemia. Un 73.2% de las personas empleadas en el sector de la salud son mujeres, quienes han tenido que enfrentar una serie de condiciones de trabajo extremas, como extensas jornadas laborales, que se suman al mayor riesgo al que se expone el personal de la salud de contagiarse del virus. Todo esto en un contexto regional en el que persiste la discriminación salarial”.
En este sentido, la funcionaria dijo que la Cepal tendrá lista, es un mes, una propuesta para la recuperación con igualdad de género, en la que se tenga un pacto fiscal y una política de empleo industrial que promuevan la igualdad de género como elemento central para una recuperación sostenible.
Y destacó la urgencia de reforzar las políticas de empleo y asegurar a las mujeres participación en los sectores dinamizadores de la economía en condiciones de trabajo decente; enfatizó la importancia de combinar medidas en apoyo al empleo y la reactivación con medidas de atención inmediata a la pérdida de ingresos.
“Resulta fundamental avanzar en un nuevo pacto fiscal que promueva la igualdad de género y que evite la profundización de los niveles de pobreza de las mujeres, la sobrecarga de trabajo no remunerado y la reducción del financiamiento de políticas de igualdad”, advirtió Bárcena.