México ha sido un mercado atractivo para los inversionistas extranjeros, por el balance de riesgo-rendimiento que ha ofrecido históricamente. Sin embargo, en los últimos tres años se ha presentado una fuerte salida de capitales financieros.
Tradicionalmente, México ha sido un mercado que capta capitales de extranjeros, ya sea a través de inversión extranjera directa o inversión extranjera de cartera. Esta última ha presentado desde el 2019 una constante salida de capitales invertidos en bonos gubernamentales.
Tan solo en 2021, se registró una salida histórica de capitales por 257 mil 601 mdp.
La aversión al riesgo internacional durante la pandemia, la expectativa de corrección en la política monetaria de la Reserva Federal de los Estados Unidos y la volatilidad de los mercados financieros por la invasión de Rusia en Ucrania, además de la desconfianza en las políticas públicas internas de México, han determinado esa fuga de capitales financieros.
El balance del primer trimestre de 2022 indica una salida de capitales de México de 12 mil 088 mdp que estaban invertidos en valores gubernamentales.
Diversos factores han determinado la fuga de capitales financieros.
A su interior, se observó la mayor salida en Bonos M, con 49 mil 171 mdp, además de una salida de apenas 73 mdp de Bondes D. En contraste, hubo entradas de Cetes por 5 mil 805 mdp y Udibonos por 28 mil 623 mdp.
Mensualmente, en enero se reportó un ingreso de 14 mil 208 mdp, pero no fueron suficientes para compensar las salidas de 8 mil 21 mdp en febrero y 18 mil 275 mdp más en marzo.
Banco Base indicó que las salidas se intensificaron en los Bonos M, que son instrumentos de inversión de largo plazo, pero en contraste entraron en Udibonos (que están en Udis, no en pesos) y Cetes que es inversión de corto plazo.
Especialistas consideran que las salidas de capital se intensificaron en los Bonos M.
Esto puede ser señal de que las salidas de capitales se dieron por los siguientes factores:
1) Expectativa de mayor inflación (por eso entraron en Udibonos)
2) Expectativa de mayores tasas de interés (por eso entraron en CETES)
3) Efecto sustitución de bonos hacia mercado accionario (lo que justificaría los máximos históricos del IPC de la BMV)
4) Y posible mayor aversión al riesgo global o sobre México.