A lo largo de la historia de la economía mundial, se han visto periodos de auge y crisis económicas; siendo estas últimas en donde suelen surgir nuevas oportunidades, especialmente para las startups y emprendimientos que son audaces. Paradójicamente, estos periodos de incertidumbre y desafío pueden proporcionar el terreno fértil para el nacimiento y crecimiento de empresas innovadoras.
Durante la crisis financiera global de 2008-2009, por ejemplo, nacieron algunos gigantes del mundo digital, como Airbnb o Uber. También marcó este periodo un punto de inflexión en el sector de los servicios financieros, dando origen a la revolución fintech, impulsando el auge de las empresas de pagos digitales y propiciando la aparición de nuevos bancos digitales, que, sin sucursales físicas, ofrecen costos más bajos a los usuarios.
Tenemos otro ejemplo de cómo las crisis pueden desencadenar una ola de innovación y progreso en la reciente crisis sanitaria desatada por la pandemia del coronavirus. En particular, este evento aceleró la digitalización de diversos sectores, desde el trabajo remoto hasta las consultas médicas y los trámites públicos en línea, acelerando lo que se esperaba que ocurriera en 5 años, en apenas 2 meses.
Bajo este contexto de las startups y los emprendimientos, la capacidad para adaptarse y resistir los embates de una crisis económica son esenciales. Por eso, Alejandro Alberto Zubiria, representante regional para compañías de Trust o fiduciarias, ofrece algunas recomendaciones para que las nuevas empresas puedan sobrevivir y prosperar en tiempos de incertidumbre económica.
- La importancia de un análisis de situación meticuloso.
Se aconseja a los líderes empresariales que proyecten diferentes escenarios para sus empresas. Este enfoque estratégico permite tomar decisiones rápidas, pero no apresuradas, siempre buscando un consenso entre todos los miembros del negocio.
- La previsión es fundamental.
Mantener fondos de emergencia, llevar estados financieros y contables ordenados, y tener un presupuesto proyectado, son medidas que pueden ayudar a las empresas a prepararse para cualquier crisis. Estas herramientas permiten obtener un diagnóstico rápido y preciso de la situación de la empresa, así como simular diferentes escenarios antes de tomar decisiones.
- El conocimiento profundo del negocio es otro aspecto crucial.
Identificar los riesgos inherentes a la operación de la empresa y entender hasta qué punto son asumibles o compartibles, ya que puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso.
- La importancia de mantener liquidez en momentos de recesión.
Un buen sistema de cobranza es esencial. Muchas veces, lo que realmente perjudica a las empresas no es la falta de facturación, sino la incapacidad para cobrar adecuadamente lo facturado, situación que empeora en momentos de recesión.
- Mantener una estructura organizativa liviana.
En tiempos de cambios drásticos, podría ser prudente ceder márgenes de utilidad compartiendo estructura con socios estratégicos y proveedores, en lugar de arriesgarse a sostener una estructura propia demasiado grande. En escenarios recesivos, es fundamental mantener los costos fijos lo más bajo posible y procurar que la mayoría de los costos sean directamente proporcionales a los ingresos generados.