Para impulsar las inversiones relacionadas con la relocalización de cadenas de valor, una estrategia de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) es la emisión de un decreto que establece una serie de estímulos fiscales para hacer de México el Bestshoring, término utilizado por Gabriel Yorio, subsecretario de Hacienda.
De acuerdo con un análisis de Intercam Banco, los estímulos fiscales consisten en la deducción inmediata de la inversión en bienes nuevos de activo fijo que varía del 56 al 89% en 2023 y 2024. La deducción del activo físico es a partir de la fecha de la publicación del decreto (11 oct 2023) hasta el cierre del 2024 con la intención de generar resultados inmediatos. Además, una deducción adicional de gastos de capacitación del 25% durante 3 años.
Estos incentivos aplican para las empresas que deseen reubicarse en cualquier parte de México; el decreto tiene como objetivo maximizar las ventajas competitivas que nuestro país ofrece para promover una mayor inversión productiva hacia México al tener las condiciones propicias para ser considerado un destino atractivo para la Inversión Extranjera Directa (IED).
Son 10 los sectores productivos claves que el decreto identifica de la industria exportadora, con el potencial de recibir estímulos fiscales con alto impacto en la economía mexicana.
Se trata de los sectores: industrias de semiconductores, automotriz, eléctrica y electrónica, dispositivos médicos y farmacéuticos, agroindustria, y de alimentación humana y animal, fertilizantes y agroquímicos, maquinaria para relojes, baterías y todos sus componentes, motores de gasolina e híbridos, industria aeroespacial y equipo y aparatos electrónicos para uso médico.
Ahora bien, dicho estímulo consiste en optar por deducir de manera inmediata la inversión de activos fijos nuevos (Artículo I), que se adquieran a partir de que se publica este decreto hasta el 31 de diciembre del 2024. Asimismo, solo aplica para aquellas inversiones que se usen al menos 2 años a partir de que se efectúe la deducción.
Detalló que los beneficios incluyen la deducción acelerada de inversiones para las empresas, las cuales varían del 56 al 89% en 2023 y 2024. Así como garantizar una deducción adicional del 25% durante 3 años para gastos de capacitación de trabajadores. Los activos nuevos se consideran aquellos que se utilizan por primera vez en México.
Sin embargo, lo arriba señalado no es aplicable para mobiliario y equipo de oficina, automóviles propulsados con motores de combustión interna, equipo de blindaje de automóviles, o cualquier bien de activo fijo no identificable individualmente, ni tratándose de aviones distintos de los dedicados a la aerofumigación agrícola.
“Este es un primer paso para lograr mover el engranaje en materia de inversiones producto del nearshoring. Y se viene a sumar a una serie de ventajas competitivas y oportunidades que ofrece México como destino de inversiones”, resalta el documento.
Aunado a un robusto marco regulatorio, en el que destaca la ley de IED y el T-MEC (en especial capítulo de solución de controversias), México cuenta con mano de obra calificada. Para los miembros de la OCDE, México es el país en donde más ingenieros se gradúan cada año. Otra de las grandes ventajas es el acceso al financiamiento, con un sistema financiero bien capitalizado.
Para concluir, los analistas señalan que este tipo de acciones pueden beneficiar el crecimiento de México: “Si bien de momento es difícil cuantificar el impacto que tendrá en el monto total de IED, el decreto puede ser un acelerador. De acuerdo con nuestros estimados, en el 2023 México recibirá el orden de 38 mil millones de dólares”.