Como parte de la serie “Mexican Moment 3.0”, Real Estate Market presenta su capítulo financiero a través de un panel de expertos en el que participaron Álvaro García Pimentel Caraza, presidente del Consejo Directivo de la Asociación Mexicana de Intermediarios Bursátiles (AMIB); Adolfo González Olhovich, presidente de TMSourcing; y Araceli Lugo Vega, asociada senior de Sainz Abogados. Ellos compartieron su visión sobre el momento económico que vive México y la oportunidad de que el país recupere su lugar como un hub financiero.
En segundo lugar, debido a las tensiones geopolíticas entre Estados Unidos y China, muchas empresas están optando por establecerse en México para conectar con la industria y el comercio, con el fin de abastecer a ese vasto mercado. Es importante destacar que estas empresas ya no llegan al país únicamente por su mano de obra barata, sino porque México es un país relevante en términos de crecimiento y cuenta con infraestructura adecuada.
Además, México posee una estructura financiera y fiscal muy sólida. Las reformas laborales y financieras implementadas durante el presente sexenio han representado un gran avance para el país. En particular, la Ley del Mercado de Valores está creando una excelente opción de financiamiento para las Pymes.
Estos elementos, junto con la geopolítica y la geologística, sitúan a México en el centro del mundo, una posición que los mexicanos debemos aprovechar.
Hub financiero
México tiene la oportunidad de convertirse no solo en un hub comercial, sino también en un hub financiero. No obstante, es fundamental que trabajemos en acelerar nuestra capacidad de respuesta en materia de regulación, para que el avance tecnológico no nos sobrepase.
Históricamente, durante la Colonia, México fue un hub financiero, pero perdió esa posición. Actualmente, el país cuenta con un gran potencial financiero, una sólida regulación, instituciones fuertes, y una notable capacidad digital, lo que le otorga la fortaleza necesaria para volver a serlo.
También, México tiene la capacidad para volver a ser ese protagonista financiero que fue en la época colonial. Existen grandes oportunidades, ya que a nivel global ha cambiado la confianza y confidencialidad en los mercados, y muchos de los lugares que antes eran paraísos financieros han tenido que adaptarse a las nuevas condiciones.
No obstante, es necesario desarrollar una política pública que defina cómo debe funcionar ese hub financiero y que todos los participantes alineen sus intereses.