La industria de la construcción registra el peor inicio de año desde la crisis recesiva de 2009, toda vez que el índice de producción del sector presentó en febrero una contracción de -9.5 por ciento. De acuerdo con información del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en el primer bimestre del 2020 la producción del sector se contrae a un ritmo de -8.8% respecto al mismo periodo del año pasado.
La construcción de obras de ingeniería civil volvió a ser el segmento de peor desempeño, con una caída de -17.5% y promedia un retroceso de -17.4% en el primer bimestre a tasa anual.
En la edificación el retroceso fue a un ritmo del -7.5% en febrero respecto al mismo mes de un año previo y de -7.4% en el periodo enero-febrero en su comparación anual.
Finalmente, los trabajos especializados para la construcción cayeron -7.9% en febrero y -6.7% en el primer bimestre, ambos a tasa anual.
Un análisis de Banorte indica que prevén que la construcción tendrá un gran impacto, porque “varios proyectos se detuvieron incluso antes de la declaración de ‘emergencia sanitaria’ el 30 de marzo, lo que añadirá un efecto adicional desde que esta última empezó. La edificación y los servicios probablemente serán los más afectados, ya que diversos reportes aseguran que las actividades en algunas de las obras prioritarias del gobierno continúan, tales como el aeropuerto de Santa Lucía y la refinería de Dos Bocas”.
Sin embargo, agregaron que “los riesgos están sesgados a la baja, con la duración y el impacto del virus tomando un papel clave para determinar el efecto total para la actividad y al empleo del sector, con el escenario más favorable siendo que se concentre solamente en los próximos dos meses”.
En su caso, analistas de Citibanamex señalaron que “las perspectivas para el resto del año son claramente desfavorables. La pandemia de Covid-19 tendrá un impacto en el comercio y la inversión mundial, y por lo tanto en el crecimiento de las manufacturas y la construcción en México. Además, la caída de los precios del petróleo hace que sea más difícil mantener la incipiente estabilización de la producción de petróleo en México. En este sentido, estimamos una disminución de (-) 8.0% para la Producción Industrial (de la que es parte la construcción) en 2020, con riesgos sesgados a la baja”.