La industria de la construcción reportó en julio una contracción de -23.5% al compararse con el mismo mes del año previo, con lo cual acumula en los primeros siete meses del año una caída en su nivel de producción de -21.2% a tasa anual, reportó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
En términos mensuales, luego del repunte de junio en relación a mayo de 17.8%, al haberse considerado a la construcción como actividad esencial, en julio respecto a junio perdió mucha fuerza esa recuperación al avanzar apenas 0.9 por ciento.
La construcción de obras de ingeniería civil siguen siendo las más afectadas con una contracción de -29.4% en julio a tasa anual, casi al mismo ritmo de la caída de junio (-29.2%), lo que se explica por un gasto del gobierno federal en inversión física cayendo en el periodo en términos anuales.
Por su parte, la edificación reportó en el séptimos mes un retroceso anual de -23.3% y los trabajos especializados de la construcción se contrajeron -127 por ciento a tasa anual.
Un análisis de Banorte hace referencia a que el sector de la construcción permanece con un entorno muy complicado. Hace referencia a que el presidente de la CMIC, Eduardo Ramírez, afirmó recientemente que, si bien la propuesta del Paquete Económico 2021 fue mejor a lo que anticipaban, el sector sigue débil y la reactivación ha sido muy lenta.
“En nuestra opinión, esto alude a que la incertidumbre se mantiene elevada. En este sentido, la confianza empresarial del sector se cayó en el margen en agosto, con bajas generalizadas en todos los rubros y la mayor contracción en el componente de ‘momento adecuado para invertir’. En el indicador de tendencia agregada, los resultados son mejores (en cifras originales), con avances en sus cuatro componentes. No obstante, en términos generales creemos que el menor dinamismo relativo al sector manufacturero se extenderá por los próximos meses, con dificultades para revertir la caída que sería exacerbado por una demanda limitada, tanto en el sector privado como público”.