La construcción de obras de ingeniería civil ha sido el talón de Aquiles de la industria de la construcción. En 2020 ha profundizado la caída en sus niveles de producción a pesar de que las grandes obras sexenales no se detuvieron durante el periodo de confinamiento.

De acuerdo con Información del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), de enero a septiembre del año en curso acumuló una contracción de -26.4% en comparación con el mismo periodo del año 2019.

Este segmento de la industria de la construcción viene arrastrando un largo ciclo recesivo, tan solo en 2019 se contrajo -6.1% su nivel de producción. Sin embargo, lo más relevante es que con el ciclo 2020 se acumulan al menos siete años consecutivos en que la construcción de obras de ingeniería civil, desde que se iniciaron los recortes al gasto público en la administración de peña Nieto.

Aunque se han hecho anuncios de inversión del sector privado, para nuevos proyectos que apoyarán la reactivación de la economía del país y del sector, no hay reportes concretos de su puesta en marcha.

Por el contrario, el reporte de la inversión no residencial de enero a agosto presentó una caída de -22.9% en términos anuales, por lo que no anticipa aún una recuperación.

Aunque la iniciativa privada busca tener mayor participación en la obra civil, el sector público suele tener mayor participación en este rubro al tratarse de obras de infraestructura y el gasto público sigue estando muy contenido y tiene poco margen para aumentar en 2021 dadas las condiciones económicas que se viven.

De acuerdo con el informe Situación Inmobiliaria de BBVA, segundo semestre, la construcción de obras de ingeniería civil finalizará 2020 con una contracción de -17.1%, para ser la contracción más profunda de su actual ciclo recesivo.