El Senado advirtió que la propuesta de Reforma Eléctrica hecha impulsada por el Gobierno Federal de la 4T, lejos de ser benéfico para el país, potenciará el daño ambiental y frenaría el desarrollo de energías limpias en México y aumentará su costo hasta en 20%.
Lo anterior lo afirmó Clemente Castañeda, coordinador de la bancada de Movimiento Ciudadano en la Cámara de Senadores, y agregó que tendrá un alto impacto en las finanzas públicas debido a las indemnizaciones internacionales a las que tendrá que hacer frente.
Ante la Secretaria de Energía de Estados Unidos, Jennifer Granholm, con quien sostuvo una reunión con legisladores en el Pleno del Senado, Castañeda señaló que la iniciativa impactará, inclusive, en la relación bilateral México-Estados Unidos.
“Tres temas tendrán un alto impacto no sólo para México, sino para la relación bilateral entre nuestros países. En primer lugar, el potencial daño ambiental que traería esta reforma al frenar el desarrollo de energías limpias en México y concentrarse en el mantenimiento de plantas contaminantes de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), las cuales en su mayoría tienen más de 30 años de antigüedad y casi el 50% de su capacidad de generación de energía se hace con altos costos y con combustibles perjudiciales al medio ambiente”, dijo.
Además, con los cambios que presenta el Presidente López Obrador a través de esta reforma, México se convertiría en un serio obstáculo para combatir la mitigación del cambio climático y se vería en entredicho el compromiso de la nación mexicana para la reducción de emisiones.
Senador Clemente Castañeda. CFE va en retroceso.
Tema ligado
Un segundo tema delicado, aseguró el legislador, es el daño a toda la cadena de suministro eléctrico en nuestro país.
“Preocupa que esta reforma nos convierta en un país con un sistema de energía deficiente y caro para el país y para los consumidores, ya que el aumento en los costos, de acuerdo con estudios de BBVA, podría ser de hasta el 20% para el destinatario final, además sería un sistema altamente contaminante y con constantes fallas”, apuntó.
Lo anterior, afirmó, incidiría de manera negativa en todos los sectores de la economía, en todas las cadenas productivas y por ende en las relaciones comerciales entre México y Estados Unidos.
Mencionó que el daño a las inversiones privadas tanto nacionales como extranjeras en el sector eléctrico, sería otro factor de debilitamiento económico y de incertidumbre, además de que preocupan las contradicciones con el Tratado Comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (TMEC).
“El planteamiento de cancelar todos los contratos actuales, acotar el acceso de los privados al mercado y desaparecer los órganos reguladores, dejaría un amplio margen de discrecionalidad y corrupción, sin mencionar el altísimo impacto en las finanzas públicas nacionales, ya que el costo de las indemnizaciones que tendría que pagar el Gobierno mexicano podría ser de hasta el 7% del PIB, unos 70 mil millones de dólares, según estimaciones de la Confederación de Cámaras Industriales de México (Concamin)”.
Ante la preocupación de una multitud de especialistas, académicos, empresarios y activistas, y en medio del proceso de definición de la reforma en el Congreso de la Unión, Castañeda sostuvo que es fundamental conocer la visión de Estados Unidos, al ser vecino de México y su principal socio comercial.