Con el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT), México jugará un gran papel en las nuevas rutas logísticas globales, además de abrirse una gran oportunidad para el desarrollo del país en materia económica y social.
Veo un gran potencial para el desarrollo de México a través del Corredor Interoceánico, a través de esta plataforma logística. Desarrollar una de las zonas más rezagadas del país es algo de lo que me apasiona del CIIT, en un momento en el que hay todas las condiciones para lograrlo.
El CIIT lo visualizo con puertos como Salina Cruz, compitiendo en unos años con el Puerto de Lázaro Cárdenas en el número de contenedores que mueven anualmente; veo al Puerto de Coatzacoalcos moviendo millones de contenedores al año hacia la costa este de Estados Unidos, además de transformar mercancías en los Polos de Desarrollo para el Bienestar (Podebis), agregándoles valor.
Todos los Podebis cuentan con los mismos beneficios, en particular en Texistepec, donde tenemos una excelente localización, a 45 kilómetros del Puerto de Coatzacoalcos, a una hora del aeropuerto de Minatitlán; es una gran extensión territorial con más de 450 hectáreas que podría convertirse en un gran polo logístico que sirva y suministre a los otros polos que son más pequeños.
Además, los Podebis representan un gran potencial económico por los beneficios fiscales recibidos los primeros años para ayudar a atraer inversiones a la zona, y no al México de siempre, del Bajío o el Norte, sino grandes inversiones volteando al Istmo de Tehuantepec, lo que era impensable hasta hace poco.
Nosotros vemos el progreso de estos polos de desarrollo creciendo junto con la sociedad. Vemos que, en general, los Podebis estarán generando en tres años grandes inversiones con mucho bienestar para los habitantes de la región. Es un proyecto de México para el mundo, donde el ganador es México.
*Presidente del Consejo de Administración de Proistmo.