En México, construir una casa por cuenta propia se ha vuelto una necesidad para muchas familias, pero hacerlo sin planificación ni seguir las normas de construcción puede traer más problemas que beneficios.

Ante el alza constante en los precios de la vivienda —que aumentó un 9.4% en 2024 a nivel nacional—, más del 60% de las familias mexicanas optan por la autoconstrucción. Sin embargo, esta práctica, cuando se realiza sin asesoría técnica ni legal, puede derivar en problemas graves como grietas, filtraciones, falta de iluminación, ventilación deficiente e incluso riesgos estructurales ante sismos.

“Muchas personas no siguen las normas porque ni siquiera las conocen”, explica el ingeniero Oscar Montoya, gerente general de Materiales San Cayetano. “Compran el material sin tener un proyecto claro. Así es muy difícil lograr una vivienda segura y duradera”.

La falta de capacitación también encarece el proceso: Una construcción sin planeación puede costar entre 30% y 35% más que una formal, debido al desperdicio de materiales y errores en la ejecución.

Autoconstrucción en México: Un motor silencioso que impulsa la economía

Para enfrentar esta realidad, empresas como Materiales San Cayetano Express han empezado a ofrecer talleres gratuitos en tiendas y universidades, donde enseñan a construir con materiales innovadores y técnicas eficientes. Por ejemplo, promueven el uso de tabiques térmicos y acústicos, o mezclas predosificadas que reducen el desperdicio y garantizan calidad.

Montoya destaca la importancia de acercar financiamiento y profesionalizar a quienes construyen: “Queremos que la gente vea que hay otras formas de hacer las cosas, con mejores resultados y sin gastar de más”.

Hoy más que nunca, la autoconstrucción responsable es clave para brindar vivienda digna, segura y accesible en un país donde tener casa propia aún es un sueño por alcanzar para millones.