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La inversión en el sector construcción continuó mostrando un deterioro significativo en septiembre, profundizando una tendencia negativa que ya se extiende en los primeros nueve meses de 2025.

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Los datos más recientes confirman que la debilidad es generalizada tanto en la construcción residencial como en la no residencial, y que los factores de incertidumbre económica, política y presupuestal han frenado de manera importante el dinamismo del sector durante 2025.

 

Por cuarto mes consecutivo, la inversión en construcción presentó una tasa de crecimiento negativo considerando cifras desestacionalizadas, empujada por un desempeño adverso en sus dos componentes, lo que confirma la permanencia de la fragilidad en el gasto en construcción.

 

Cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) indicaron que durante septiembre la formación bruta de capital en el sector construcción cayó -2.6 por ciento. Dicho desempeño se explica por el retroceso de la inversión residencial de -3.9% y la no residencial de -0.9 por ciento.

 

Considerando cifras originales, el gasto en construcción acumuló de enero a septiembre una caída de -6.7%, en comparación con el mismo periodo de 2024, profundizando su caída observada hasta meses previos.

 

A pesar de que el gasto residencial repunta en los tres primeros trimestres a una tasa anual de 6.7%, no es suficiente para compensar la fuerte contracción de -17.1% de la inversión no residencial.

Un análisis de Monex señaló que “al cierre del 3T25, los indicadores clave de la demanda agregada (inversión y consumo) exhibieron una notoria fragilidad entre sus componentes principales, sin señales de una posible recuperación. Por su parte, la inversión fija bruta conservó una marcada vulnerabilidad, principalmente en el gasto de inversión de construcción no residencial”.

 

 

Por su parte, un análisis de Banco Base afirmó que este desempeño “refleja el impacto negativo de la incertidumbre por las reformas constitucionales en México aprobadas en la segunda mitad de 2024, en particular las reformas para eliminar organismos autónomos y la reforma del Poder Judicial. A esto se suma la incertidumbre por la política comercial proteccionista de Donald Trump y las dudas sobre el futuro de la relación comercial entre México y Estados Unidos”.

 

Agregaron que “otro factor clave de la caída de la inversión en construcción no residencial, es el menor gasto público en infraestructura física en el primer año de la administración actual”. 

 

Cabe recordar que en los primeros 10 meses del año, el gasto público en inversión física ha caído 29.1% respecto al mismo periodo del año anterior, en términos reales. Este es el mayor recorte en el gasto público en inversión física para un periodo igual desde 1995, cuando se registró una disminución de 31.9% real.

El análisis de Banco Base afirmó que el retroceso de la inversión en construcción que se ha acumulado en 2025, “históricamente solo son comparables con años de recesión en México”.