El origen de la Zona Rosa se remonta a los orígenes de la Colonia Juárez, cuando su nombre original era la Colonia Americana. Su arquitectura clásica tiene que ver con el estilo marcado durante el Porfiriato en donde se buscaba emular el estilo de las grandes ciudades de Europa.
Ya en 1950, y conocida como la Colonia Juárez, adaptó sus espacios residenciales y les dio otro uso como boutiques, bares, restaurantes y cafeterías, así como discotecas y oficinas. También se volvió un lugar de encuentro para los intelectuales.
Su fama se acrecentó a través de la literatura, como la reseña del novelista Vicente Leñero, quien decía que nuestra Zona Rosa “es demasiado tímida para ser roja, pero muy atrevida para ser blanca”, una visión que correspondía a la imagen de los cincuenta; otra versión, quizá más simple refiere que la mayoría de los edificios estaban pintados de rosa.
Aumentó su popularidad como lugar turístico durante los Juegos Olímpicos de México 1968 y de la Copa Mundial de Fútbol de 1970. Sin embargo, su declive se dio cuando el terremoto de 1985 cuando varios edificios de la colonia se desplomaron y las personas comenzaron a migrar a otras partes de la ciudad como Polanco o el sur.
Aunque previamente la zona era conocida por sus fiestas clandestinas, en 1974 abrió El Nueve, la primera discoteca gay de México fundada por Henri Donnadieu que se mantuvo abierta hasta 1989, cuando toda la Zona Rosa comenzó a ser abiertamente considerada como punto de reunión e integración de la comunidad LGBTTIQ+ en la CDMX.
Marcha feminista de los años 70 en la Zona Rosa.
Principalmente cuando abrieron un gran número de bares, discotecas y tiendas segmentadas principalmente a ese colectivo. Esta tendencia hace que la ubicación augura éxito para un negocio y es altamente atractivo para los locales comerciales en donde la renta es alrededor de alrededor de 900 pesos el metro cuadrado.
Hoy en día es la calle de Amberes la que tiene una mayor concentración de establecimientos incluyentes, a diferencia de otros países, la Zona Rosa no es exclusivamente de la comunidad LGBTTIQ, sino que hay una gran variedad de lugares en donde todos son bienvenidos, por su alta afluencia.
Crédito: Luis Araiza MX
Una de las zonas más populares para la comunidad LGBTTTIQ+ es la que comprende entre el Paseo de la Reforma, la calle Florencia, la avenida Chapultepec y la avenida Insurgentes, mejor conocida como Zona Rosa.
Parte de esta integración comunitaria será reforzada por el Gobierno de la Ciudad de México que arrancó con el Programa Especial de Regeneración Urbana y Vivienda Incluyente en donde está promoviendo vivienda asequible, con la Zona Rosa uno de los lugares en donde se planea la construcción que cuenta con acceso a directo a rutas de transporte público, equipamientos urbanos y factibilidad hidráulica.
“Adquirir una propiedad en la Colonia Juárez es una gran oportunidad de inversión, puesto que con los cambios urbanos que promete el GCDMX, el retorno será benéfico. Actualmente un departamento en esta colonia tiene un precio promedio de 4 millones 560 mil pesos en venta y 21 mil pesos en renta; su ubicación privilegiada y sus servicios la colocan entre las favoritas para vivir”, explicó Daniel Narváez, Marketing VP de Lamudi.