En Reino Unido, con las Normas Mínimas de Eficiencia Energética establecidas para ser más estrictas para 2030, Knight Frank estima que hasta el 70% del espacio de propiedades comerciales podría estar en riesgo de incumplimiento. También, para alcanzar el objetivo, la tasa actual de modernización deberá cuadruplicarse en los años intermedios.
A partir del 1 de abril, todos los edificios de propiedades comerciales alquilados en todo el Reino Unido, incluidas tiendas, oficinas y almacenes, necesitan una calificación de certificado de rendimiento energético (EPC, en inglés) de al menos una E, según los Estándares mínimos de eficiencia energética (MEES).
El gobierno ha consultado sobre elevar esto a un mínimo de C para 2027 y B para 2030. Si bien no ha habido más anuncios, el Grupo de Trabajo de Eficiencia Energética recién formado se reunió en marzo por primera vez y puede ver algún movimiento en este espacio.
A partir de 2027, si el mínimo exigido sube a EPC C, el porcentaje de inmuebles no alquilables aumenta sustancialmente, y más de un tercio de los inmuebles se vuelven inalquilables en muchos municipios. Para 2030, la proporción de propiedades no alquilables alcanzará el 70% o más en muchas autoridades locales, y algunas superarán el 80%. Las autoridades locales con el mayor porcentaje de propiedades no alquilables a partir de 2030 (EPC C e inferior) son Staffordshire Moorlands (88%), Maldon (87%) y Forest of Dean (86%).
Urge una acción para modernizar
Según los niveles actuales de existencias, la tasa de modernización tendría que cuadruplicarse, de alrededor del 3.9% al 16.6% para cumplir el objetivo de 2030. Para agregar contexto, eso es 576 millones de pies cuadrados de espacio comercial que necesitan ser actualizados anualmente.
“No es solo la propiedad comercial la que tiene ante sí una tarea titánica. La propiedad residencial en el Reino Unido se enfrenta a una presión similar, aunque la escala de tiempo es algo diferente e incluso menos definida como la que exploramos aquí”, puntualizó la empresa.
Por lo que el obstáculo más importante, como siempre, es el costo, y con el aumento del costo de los préstamos, el desafío se vuelve más complejo. Sin embargo, también se debe considerar el costo de la inacción y es algo en lo que la empresa continuará profundizando en los próximos meses.
