Impulsado por la creciente tendencia del trabajo desde casa, el dinámico mercado inmobiliario residencial mexicano se posiciona como una opción confiable en el año que recién inicia. El cambio en las condiciones laborales abre nuevas oportunidades para los desarrolladores de viviendas en todo el país.
Bajo este escenario, los desarrollos de vivienda están adaptándose al nuevo paradigma laboral, actualizando áreas recreativas y asegurando cobertura técnica. La demanda, liderada por jóvenes menores de 30 años, representa el 55% de la población y busca espacios que no brinden vivienda y entornos propicios para el trabajo desde casa.
De acuerdo con Consorcio Inmobiliario Zero, un ejemplo de esta evolución son los desarrollos de lujo en Metepec; además, la llegada del tren interurbano ha influido positivamente en la plusvalía de las viviendas en el Valle de México, generando desarrollo económico regional, empleo e inversiones.
“Esta infraestructura mejora la accesibilidad y calidad de vida en las zonas circundantes, convirtiéndolas en opciones atractivas para inversores inmobiliarios”, dijo la empresa en un comunicado.
Al invertir en pueblos mágicos mexicanos, se obtienen ventajas únicas, como el atractivo cultural, el potencial turístico y la posibilidad de ingresos a través del alquiler turístico. También, destaca el ambiente tranquilo y estilo de vida relajado, atrayendo a aquellos que buscan escapar del bullicio de la ciudad.
Y a pesar de los desafíos, resaltó que el mercado de viviendas se mantiene dinámico. Las proyecciones para 2024 indican un crecimiento de 1.79%, alcanzando los 567 mil millones de pesos, con una estimación de crecimiento anual compuesto del 4.8% entre los años 2024 y 2032, llegando a un valor de 52.26 mil millones de dólares.