Entre el 2021 y 2023, los Fideicomisos de inversión en bienes raíces (Fibras) han registrado un crecimiento por encima del 20% en su área rentable, mientras el valor de la inversión en activos inmobiliarios ha incrementado 22 por ciento.
La Asociación Mexicana de Fibras Inmobiliarias (Amefibra), que agrupa a 15 firmas del sector, dijo que el valor de la inversión en los activos inmobiliarios equivale a 800 mil millones de pesos (mdp), abarcando más de 2 mil propiedades administradas de forma profesional en todas las entidades federativas del país hasta el presente año.
"Se espera que este año esté lleno de oportunidades para el sector inmobiliario de México. Las tendencias que marcarán este periodo no solo reflejan un cambio en la forma en que concebimos nuestros hogares, espacios de trabajo y entretenimiento, sino que también será un llamado a la inversión inteligente", destacó Josefina Moisés, directora general de la Amefibra.
Josefina Moisés dijo que se anticipa un crecimiento significativo de proyectos sustentables, con un enfoque en el uso de energías limpias, sistemas de ahorro de recursos y desechos, ubicaciones estratégicas y proyectos de calidad que estimulen el desarrollo de las comunidades. La demanda de opciones respetuosas con el medio ambiente refleja una conciencia ambiental creciente entre compradores y desarrolladores.
También viene una tendencia hacia la verticalización urbana, con la cual se buscará aprovechar al máximo el tiempo y espacio. Proyectos inmobiliarios en zonas estratégicas, como Polanco, Del Valle y Santa Fe en la Ciudad de México, así como en Monterrey y San Pedro Garza García en Nuevo León, buscan satisfacer las necesidades diarias de sus habitantes en un radio cercano.
En tiempos de incertidumbre económica, los inversionistas buscan refugio en activos tangibles con rendimientos atractivos a largo plazo. El sector inmobiliario se presenta como una opción segura y atractiva en comparación con otros activos financieros volátiles.
A pesar de las proyecciones económicas globales reservadas para 2024, se espera que la economía mexicana crezca entre un 2.4 y 3%, impulsada por dinamismo en el consumo, aumento en la inversión por la reubicación de cadenas de suministro, incremento en la Inversión Extranjera Directa, tasas de desempleo bajas y un pronóstico optimista de la actividad económica en Estados Unidos.
Lo anterior ayudará al sector inmobiliario mexicano, aunque la inflación es una preocupación, se espera que el Banco de México inicie un ciclo de reducciones de tasas de interés durante el año, estimulando así la inversión y el consumo.