En un entorno donde la evolución y los cambios son constantes, el mercado inmobiliario se erige como un sector dinámico y estratégico para aquellos que buscan optimizar sus rendimientos y proteger su capital.
Resaltó que el mercado inmobiliario mexicano ha alcanzado un nivel de atractivo notable, impulsado por una serie de factores clave. Uno de ellos es el fenómeno del nearshoring, que está transformando la dinámica de inversión en propiedades comerciales e industriales. Esta tendencia, además de mejorar la posición de México en el escenario global, atrae una fuerza laboral considerable al país, generando una demanda sostenida de viviendas tanto en compra como en renta.
Indicó que el flujo significativo de capital extranjero hacia la adquisición de inmuebles en México ha dado lugar a plusvalías superiores al 12% anual, lo que supera el promedio nacional del 9%. Los rendimientos varían según el nicho de inversión, oscilando entre el 5% y el 10% anual. Estos rendimientos se derivan principalmente de dos fuentes de generación de riqueza en bienes raíces: los ingresos por renta y la plusvalía.
Sergio León, director de Estrategia Comercial y Marketing de Levy Holding, destaca la importancia de comprender los diferentes perfiles de inversionistas en el sector inmobiliario. Identifica al menos tres perfiles: el inversionista patrimonial, con un horizonte de inversión a largo plazo y en busca de generar ingresos a través de la renta y la plusvalía; el inversionista especulador, que busca capitalizar el aumento del valor de la propiedad en un plazo de 2 a 5 años; y el inversionista de desarrollo, que se enfoca en proyectos inmobiliarios con un horizonte de inversión de 2 a 5 años, buscando capitalizar el margen del producto por su construcción, remodelación o venta.
Sin embargo, es esencial recordar que, como en cualquier tipo de inversión, existe una relación directa entre el rendimiento esperado y el nivel de riesgo asumido, además de la posibilidad de riesgos asociados, como cambios en las condiciones del mercado o fluctuaciones económicas.
“Hay que tener en cuenta que, al igual que en cualquier inversión, a mayor rendimiento corresponde un mayor riesgo. En el ámbito inmobiliario, la inversión está respaldada por activos que no solo mantienen su valor, sino que tienden a incrementarlo con el tiempo. El principal riesgo radica en la posible prolongación del plazo de inversión, aunque este mismo periodo continuará generando un crecimiento patrimonial”, agregó León.
Para maximizar el potencial de crecimiento y rentabilidad, es crucial mantenerse informado sobre el mercado inmobiliario y establecer una comunicación continua con la promotora de inversión elegida.
Concluye la firma que, comprender a fondo el panorama actual del mercado inmobiliario y estar al tanto de las diversas alternativas de inversión disponibles permite a los inversionistas tomar decisiones estratégicas fundamentadas, maximizando así su potencial de crecimiento y rentabilidad en un sector que sigue siendo uno de los más sólidos y prometedores.