Aunque actualmente hay 7.3 millones de derechohabientes del Infonavit que cuentan con un crédito hipotecario, por parte de esta institución, en el mercado prácticamente hay pocas opciones que les permitan adquirir una vivienda accesible y de acuerdo a su presupuesto.
De este total, 3.2 millones son mujeres y 4.1 millones son hombres, todos con ingresos inferiores a dos salarios mínimos y con derecho a un crédito para vivienda de interés social.
Recordó esta semana durante la conferencia matutina desde Palacio Nacional que, en los últimos diez años, la construcción de viviendas para trabajadores con menores ingresos ha disminuido en México.
Por ello, la oferta de viviendas del segmento de interés social, cuyo valor promedio ronda los 550 mil pesos, ha escaseado.
De acuerdo con datos del Registro Único de Vivienda, en 2016 se construyeron 264 mil viviendas, de las cuales más de la mitad eran de interés social.
“Ante esta situación, la necesidad de empresas constructoras especializadas en este tipo de viviendas se vuelve urgente”, subrayó Romero Oropeza.
Y en respuesta a esta crisis, se han tomado medidas para garantizar que las viviendas de interés social se ubiquen en centros urbanos o en sus periferias, con acceso a todos los servicios básicos como agua, electricidad, transporte, y educación.
Esta medida busca evitar que las viviendas se localicen en zonas alejadas de los centros de trabajo y servicios, para ofrecer a los derechohabientes y a sus familias mejores condiciones de vida.